Capítulo XVI

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"En el corazón de la existencia humana se encuentra el deseo de tener intimidad y de ser amado por otro. El matrimonio está diseñado para llenar esa necesidad de intimidad y amor".

Los cinco lenguajes del amor

Gary Chapman

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Febrero de 1997

Museo Americano de Historia Natural.

La atención al público culminó cerca de una hora atrás, Hanji solo terminaba de realizar algunas observaciones a los fósiles gigantescos de dinosaurios debidamente colocados en el escenario para que los visitantes puedan observarlos y maravillarse con su magnífica altura. Hizo su mano un puño en su pecho, tenía tanto fervor guardado hacia esas criaturas. Fantaseaba con montar en sus lomos a una velocidad incalculable, tal como montaría a un caballo pero alegando a lo rudimentario.

El cuarto piso del museo, era el cual estaba destinado a los dinosaurios, el área de pasión de Hanji mientras duraba su estancia en su corto trabajo. A su lado pasaba un hombre de piel arrugada, vestido con el uniforme de una empresa que prestaba sus servicios de limpieza en el museo, lo saludó y él prosiguió puliendo el piso.

Las luces del lugar comenzaban a ser más bajas en razón obvia de la ya no concurrencia de visitantes. Al haber demasiado silencio, el tronar de unas pisadas a parte del señor que realizaba la limpieza, le hicieron girar la cabeza en dirección a dónde provenía el sonido.

Un hombre de semblante serio y forrado con un largo abrigo negro daba pasos tranquilos, caminando de la mano con una preciosa jovencita vestida con un abrigo de lana color crema largo hasta las rodillas, sus mejillas rellenas de carne parecían estar naturalmente tintadas de un color rosáceo, muy grácil. Hanji creía haber visto a ese hombre en algún lado antes. No recordaba exactamente pero esas facciones del rostro, cinceladas suavemente, definitivamente movían su hipocampo a trabajar siendo un recuerdo muy débil por la sensación. ¿Vendrían por la exposición?

-Eh... eh disculpe. Sí, buenas noches. Como puede ver las instalaciones ya no están en funcionamiento, dos horas atrás ya se cerró al público. Si gusta puede regresar el día de mañana seguro podrá... - Extendió la palabra al percatarse que el hombre desviaba la mirada hacia la jovencita que se soltó de su mano y caminó hacia un esqueleto en exhibición.

-¿Hanji? - le escuchó preguntar, sin dudar ahora sentía que ya lo conocía- ¿Hanji Zoe? Como lo dice su identificación. Es el cumpleaños de mi sobrina y ella me pidió venir aquí este día, no quiere nada más y yo le prometí traerla pero... por mis propios asuntos laborales es que estamos aquí a esta hora.

-¿Cómo es que ha conseguido entrar? Digo, no hay acceso para nadie-. La mirada que la roía de nuevo el pecho, buscando en su identificación su cargo, la ponía nerviosa.

-Soborné al guardia- dijo con total calma- quisiera pedirle un favor a usted, claro se lo compensaré, sé que sale de su horario de trabajo pero para Mikasa es importante estar aquí.

-¿Quiere que de un recorrido a su sobrina? -. Preguntó Hanji, de alguna manera parecía emocionada.

-Así es, no puede ser de otra forma. Como le dije, yo la compensaré. Pero antes necesito hablar con su jefe inmediato, no será que presente éste algún problema por ello.

-Oh, puede seguir por ese pasillo al final encontrará la oficina, se apellida Shadis.

Levi asintió con la cabeza y fue hasta ese lugar acompañado de Mikasa, él no la dejaba sola, ni un momento. Siempre que se encontraba con ella, mantenía sus ojos encima aún si ella jugaba en algún parque.

𝑬𝒍 𝒔𝒂𝒃𝒐𝒓 𝒅𝒆𝒍 𝒂𝒅𝒖𝒍𝒕𝒆𝒓𝒊𝒐 |Levihan| [Finalizada]✓Where stories live. Discover now