CAPITULO 1

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-Que entre la nueva. - le ordenó Sebastián. Hizo un gesto con los dedos y cruzó las piernas. El tipo de la puerta principal hizo entrar a la mujer siguiente.

Ella dio unos pasos. Entró al recinto. A continuación, Sebastián levantó la mirada completamente sorprendido y a la misma vez encantado por lo que sus ojos veían. "Joder, pero que buena está la nueva".

-Nombre. - le pidió aun siendo rígido con ella.

-Camila Cabello. - contestó ella sin ningún temor. Y es que a esas alturas, ya nada le importaba.

-Date la vuelta. - le pidió Sebastián.

Camila se lo pensó dos veces, ¿acaso para ser parte de una mafia necesitan mirarte el culo? pero aun así lo hizo. Se dio vuelta y estiró los brazos. La mirada de Sebastián se perdió en ella con sigilo, sin parecer muy desesperado. Desde que la había visto llegar ahí, había querido que formara parte de esto.

-Bien... Camila ... - le dijo después habérsela comido con la mirada. - estás dentro. - Camila sintió un pequeño frío en su corazón. - Bienvenida a Tentation.

Y no sabes cómo has llegado ahí. Miras a tu alrededor. Hay mucha gente aquí que ama matar y robar a personas inocentes. ¿Y tú? De pronto vas a ser lo mismo que ellos. Y hasta peor. Estas rodeada. Te sientes así. Y aunque nadie puede comprenderte, tienes una pequeña esperanza. Tienes un arma en la mano izquierda y otra de mejor calibre en la derecha. ¿Cómo has aprendido tan rápido? Sabes disparar sin errores y hasta se puede decir que ya sabes fumar bien. Y con lo que odiabas el humo... pero ahora parece imposible. Y lo entiendes. En este lugar, solo vale volverse cruel o irse para siempre, si es que antes no deseas morir o que te asesinen ellos mismos.

-Tienes quince minutos. - le indicó Joe. Camila asintió escuchando sus palabras con suma atención. - te lo hemos dicho todo. Como funciona cada arma, lo que debes hacer, el horario de cada alarma y el de los trabajadores de aquí. - ella vuelve a asentir. Aun no tiene noción de lo que está a punto de hacer. Pero le gusta. De alguna manera, ama sentir el poder. Ya no es ella misma. Ya no lo es más. - buena suerte Cabello.

Camila soltó un respiro. Baja la mirada. Debe esconder ese par de armas en ambos lados de la cazadora. Una por una. Logró meterlas y hacerlas parecer desapercibidas. Suspiró, mirándose en el retrovisor de la camioneta de Joe. Esta noche, su misión es otra... ella será la carnada.

Bajó del auto. Una pierna y luego la otra. Varios hombres por detrás, incluyendo a Joe, se la quedaron mirando. Aquella falda le apretaba el culo y las caderas de una manera espectacular. Incluso le hacía unas piernas esplendidas. Se acomodó el cabello hacia atrás y caminó decidida hasta las puertas del Banco Nacional de París. Y mientras lo hacía, recibía más y más miradas. Se abrió la cazadora un poco, dejando al descubierto un bonito escote que lucía sus senos juntos. Pudo divisar al tipo de seguridad. Algo mayor y calvo. También la había estado mirando, pero al notar que ella lo había notado, había volteado la mirada. Si Lauren estuviera viendo esto... pensó... y sonrió al saber lo que hubiera hecho al verla así. Aunque ella no lo supiera, todo esto, era por ella.

-Hola. - saludó ella, últimamente había aprendido a manejar el francés. Al menos algunas palabras. El tipo de seguridad instaló sus ojos en el escote de ella, pero rápidamente se volvió a sus ojos.

-H...o...la... - saludó él. - ¿le... ayu...do?

Ella asintió. Sus ojos miraron los de él con suma presión. Haciendo que este empiece a tensarse.

-No soy de aquí... y no hablo mucho el idioma. - dijo entristecida.

-Oh... yo... yo... puedo ayudarle en lo que necesite. - respondió. - en lo que sea. - agregó. Camila sonrió y bajó la mirada tímidamente.

TENTATION 2 CAMREN G!PWhere stories live. Discover now