CAPITULO 8

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Podía sentirla cada vez más mojada. Pero Lauren... ella no se quedaba atrás por así decirlo. Su erección era única. Nunca se había sentido tan necesitada de hacerle el amor, al parecer, el tiempo había hecho que sus ganas fluyeran más y más. Habían pasado muchas noches en las que había tenido que contentarse con un beso o una simple caricia. Pero podía, y ahora lo demostraba, estaba enamorada y había comprendido que aquello se trataba más que de un simple gusto carnal.

Sin embargo, su erección crecía. Mientras empujaba sus dedos contra ella, notaba también el palpitar de su verga. Una excelente perspectiva de como la haría gritar en unos minutos. Pues no aguantaría mucho. Percibía que en cualquier momento perdería el control.

- Sí, oh... Dios mío... - gimió Camila.

Su interior le avisaba que pronto se iba a venir en las manos de esa Diosa griega que conocía muy bien cómo llevarla a su orgasmo.

- Más fuerte. Dilo. Dilo Camila,dime que te gusta todo esto... - la vista de Lauren se nubló por completo. Una desesperación muy fuerte invadió su cuerpo entero. Bajó la cabeza, sus pantalones la estaban aprisionando. - nena... necesito hacer algo... - le dijo. Y sacó de improviso ambos dedos de entre el coño de Camila. Esta soltó un gemido en desaprobación, pero a continuación... lo que Lauren haría solo le brindaría más placer visual.

Se bajó los pantalones y el bóxer a la misma vez. La boca de Camila se abrió de inmediato.

- Cierra esa boquita. - le pidió Lauren. Ella hizo lo que Lauren le ordenaba.

La erección de Lauren cubría todas sus expectativas. No podía negar que cada vez le sorprendía más el tamaño que podía llegar a tener y todo gracias a ella. ¿Cómo podía excitarla de tal manera?

- Oh... - gimió Lauren. Sus manos apretaron su verga. A la vez, los ojos de Camila se abrieron sin perderse de nada.

La mano derecha de Lauren se movió rápidamente sobre su larga y gruesa verga hasta llegar al glande. Rápido, muy rápido. Los bíceps del mismo brazo se tensaron ante la práctica. Pero no se detenía.

- Oh nena... - gimió fuerte y cerró los ojos. La visión de Camila se había cubierto de placer. - sé que te gusta... tanto como a mí... - dijo sin detener sus manos. Al mismo tiempo, empezó a movilizar sus caderas al ritmo de sus apretones. Su ritmo no cesaba. - mierda... - logró articular, cerrando los ojos con fuerza. - voy a venirme...

Entonces, Camila se sintió en la necesidad de hacerla terminar en otra parte. Acercó sin timidez su boca a ella. Abrió un poco y reemplazó las manos de Lauren con las suyas. Esta se quedó perpleja. Pero no tuvo tiempo de asimilar su sorpresa, pues ella había empezado a mover su lengua alrededor de su glande.

- ¡Sí, oh... joder, sí! - gritó insaciable. La lengua de Camila la torturaba moviéndose en pequeños círculos, mientras sus pequeñas manos la arropaban sin dejar de agitar su verga. - voy a venirme... - le advirtió. - Camila, por favor... voy a venirme... - dijo una vez más, pero no era capaz de hacer algo para detenerla. - no quieres esto...

- Sí... sí quiero... - logró decir ella. - déjame terminar...

- Que no, gatita, por favor... - le rogó Lauren. La cogió de ambos brazos y la hizo regresar a su posición normal. - voy a ser yo quien hará que te vengas... también... - bajó la mirada y observó toda su esperma saliendo a borbotones. Vaya... había llegado tan rápido. Y podía ver a Camila aún campante y sin haberse venido como ella. Pues no le duraría mucho. - hey... - hizo que Camila la mirara y dejara de observar su erección exprimiéndose. - faltas tú.

TENTATION 2 CAMREN G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora