CAPITULO 9

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- Huevos revueltos.

Me sonríe. Yo también lo hago. Desde que hemos solucionado nuestros asuntos anoche no hemos dejado de sonreírnos por motivos obvios.

- Suena bien. - tomo el plato y lo pongo sobre la mesa. Saco una butaca y me siento sobre ella. No podría describir cuan sexy está esta mañana. Cada vez que lo hace conmigo, es como si le proporcionara naturalidad y más belleza de la que ya posee. Me gusta. - ¿no vas a sentarte?

- Como si pudiera. - pone los ojos en blanco y me rió solo sobre la mesa.

- ¿No puedes? - le pregunto y enarco una ceja. - tampoco hables como si hubieras cogido descomunalmente anoche. - le sonrío de oreja a oreja y observo como los colores se le vienen al rostro.

- Tu amigo está durmiendo en medio de la sala ¿sabes? No creo que quiera escuchar esto.

Y sí. Travis se encuentra aún dormido en el sofá más grande de la sala. Ojala no despierte, no tengo ganas de desearle feliz cumpleaños todavía, o más bien... que Camila se los desee tan cariñosamente.

- ¿No lo vas a despertar? - enarca una ceja y sirve el huevo revuelto sobre su plato.

- No, y la verdad me siento muy culpable. - admito y meto una cuchara llena de huevo revuelto a la boca.

- ¿Qué? ¿por qué? - me pregunta realmente preocupada. Me pone verla así, cuando se preocupa por mí, se ven tan tierna.

- Ya sabes... seguramente ayer no lo hemos dejado dormir bien.

Vuelve a ponerse colorada. Frunce el ceño y me lanza una de esas miradas que solo me provocan callarme.

Camina con el plato en sus manos y se sienta cuidadosamente a mi lado. De acuerdo, esta vez sí es culpa mía.

- Te han quedado muy bien... - le sonrió al verla comerse los huevos revueltos. - estos huevos. - sonrió y la miro perversamente de nuevo. Camila no puede evitar sonreír y enrojecerse de nuevo. - ¿de qué te ríes? - sonrío y trato de disimular.

- ¿De verdad te han gustado?

- Sí, por supuesto.

- Es la primera vez que cocino algo bien.

- Pues estas mejorando.

Sonríe una vez más. Con ese aire angelical y mañanero que la hace ver jodidamente preciosa. Espero a que termine de sonreír y me inclino un poco hacia ella para darle un beso en los labios, totalmente imprevisto. Camila parece sorprendida, pero me corresponde el beso de la misma manera.

- Lamento mucho que estés adolorida.

- No lo lamentes mucho.

- Vale, eso me gustó.

- En serio... - acaricia mis brazos y posiciona su cabeza sobre mi hombro. - gracias por ser tan paciente conmigo.

- Jamás lo he sido con nadie. - admito con muchísima sinceridad. Nunca he tenido tanta paciencia con alguien o algo. He sido siempre de esas personas autoritarias y poco tolerantes. - pero... tú eres especial.

Nos quedamos calladas, sé que ella quiere decir algo. La conozco muy bien.

- Y... - no me equivocaba. - ¿cómo estuve anoche? - me pregunta con timidez y a la vez recelo. - sé que no soy la mejor mujer con la que has estado pero...

- Eres la única mujer con la que he estado, literalmente, eres la primera novia que tengo y lo sabes muy bien. - le digo mirándola a los ojos. - y Camila ... - me aclaro la garganta. Nervios. Muchos. Mis manos empiezan a sudar y mi boca se seca. Joder. ¿Cuándo voy a superar esto? - tú... Camila tú... eres lo mejor que me ha pasado.

TENTATION 2 CAMREN G!PWhere stories live. Discover now