𝔈𝔦𝔤𝔥𝔱

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Ambos tortolitos caminaban de la mano riendo cada momento por cada cosa que mayormente el peliazul decía, a pesar de que Rohan había aceptado la invitación a cenar en su casa, se sentía exagerada y extrañamente nervioso, no sabía bien el por qué pero era bastante fácil sacar una pequeña deducción, iba a conocer a su posible suegra si es que ella lo aceptaba.

En eso, Higashikata detuvo su paso un momento, ya que notó en su mirada la preocupación de su ahora querido mangaka.

— ¿Te encuentras bien? — Preguntó él tomando ambas manos del peliverde.

El mencionado de inmediato reaccionó y sus mejillas adquirieron un notable sonrojo, sus ojos verdosos emitieron un admirable brillo debido a como el contrario llegaba a alterar sus emociones, asintió con la cabeza dando una respuesta positiva pero no tan convincente para el joven Higashikata, el cual suspiró.

— Vamos, puedes ser honesto conmigo.— Dijo él.— ¿Qué sucede?

— Es sólo que.. ¿Y si tu madre no me acepta? ¿o si no estoy bien vestido o presentado? Nunca antes he estado en una situación como esta! ¿Que haría si fuera un protagonista de mang-..—

Un beso apasionado calló sus labios y acabó con sus palabras temporalmente, Higashikata se separó de el pero no tanto, sino que lo suficiente como para que ambas frentes y narices estuviesen en roce, con una de sus manos acarició sus mejillas y con su dedo índice de la otra mano, hizo un recorrido en sus carnosos labios de arriba hacia abajo.

— Deja de preocuparte tanto, cielo.— Dijo él sonriente, tratando de transmitir esa confianza para que fuese su lugar seguro.— Va a adorarte, te lo prometo.

Y así, con el mangaka ya calmado al 100%, continuaron su camino hasta llegar al barrio del peliazul. Kishibe tomó como referencia la piedra de Angelo que se divisaba ahí cerca, por fin llegaron a su destino, el mangaka repentinamente suspiró aliviado por haber llegado, y con solo estar fuera de la residencia, ya se podía sentir el olor en el aire de un delicioso... Un momento, eso no era ramen ¡Era Udon! Si había algo que a Rohan le recordara a su madre era el Udon, su Udon de la fortuna, como ella solía llamarle. Momentáneamente sonrió, la puerta se abrió debido a los 3 toques suaves pero audibles que dió Higashikata en la puerta, había que esperar un momento debido a que sus llaves estaban extraviadas.

Tomoko abrió la puerta de inmediato, viéndose tan reluciente con esa característica sonrisa de emoción por conocer a la persona que había elegido a su pequeño hijo, para ella él siempre sería su pequeñito, pero obviamente no quería avergonzarlo en frente de su novio.

Rohan apretó con fuerza la correa de su bolso que traía cruzado, hizo una pequeña reverencia ante la señora Higashikata quedándose así hasta que la mencionada dijera algo al respecto.
Tomoko de igual forma hizo una reverencia por educación.

— Buenas tardes, es un placer conocerlo ¿Señor....?

— ¡Ah! Kishibe Rohan.— Dijo él—Rohan está bien, no hay necesidad de tanta formalidad.

— Oh, Kishibe Rohan... — En eso Tomoko sintió psicológicamente como se encendía una ampolleta en su cerebro.— Josuke ¿tu novio es el famoso mangaka Kishibe Rohan? ¡Y no me lo contaste! ¡Vi en el periodico lo talentoso que es!

— Mamá..-— Interrumpió Higashikata soltando un pequeño suspiro y a su vez unas risitas.— Lo siento mucho ¿Esta bien?.. Es sólo que no pensé que fuera tan importante que lo supieras.

Tomoko bufó volteando a ver hacia otro lado por un momento, cuando escuchó el lamento de su pequeño solo asintió.— De acuerdo, Por favor, adelante Rohan.

El mencionado solo pasó hacia el interior de la residencia, obviamente quitándose sus zapatos antes de salir del área que estaba forrado en una alfombra cuadrada color rojo, los ordenó a un costado de la puerta, al enderezar su postura, la diferencia de altura entre ambos era más notoria que antes debido a que el mangaka utilizaba unas disimuladas plataformas en sus zapatos, que por cierto, parecían ser muy elegantes y costosos.

;; 𝕸𝖎𝖗𝖆𝖉𝖆𝖘 - 𝕵𝖔𝖘𝖚𝕳𝖆𝖓 🍂Kde žijí příběhy. Začni objevovat