𝕿𝖜𝖔

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Morioh 6:40 a.m.

Habían pasado varios días desde entonces, Kishibe e Higashikata hicieron una clase de Tratado de Paz para que ambos pudiesen tener una relación más.. Estable. Ya que la mayoría de veces que se encontraban ambos se podía ver el odio que se tenían.

Otro nuevo día empezaba para el joven Higashikata, Se despertó más temprano de lo habitual para concentrarse en que su cabello luciera bien, lo normal que acostumbraba a hacer cada mañana ya que no sabía si se veía bien o no, además siempre le gustaba causar una buena impresión. En eso, estando en el baño peinando su cabello observó el envase que traía gel de cabello, Ese color verde le recordaba a algo..

¡Ah! Cómo olvidar esa bella tonalidad de verde, los verdosos ojos del mangaka tenían ese mismo tono, ¿Cómo lo sabía? Bastante fácil, se había convertido en un experto sobre las miradas y los ojos de Kishibe, Debido a que ya desde hace un buen tiempo que cruzaban miradas en las mañanas y en las tardes. En eso el grito de su madre desde el piso de abajo lo sacó de sus pensamientos, A la vez se cuestionó por que se había fijado tanto en eso ¿Que le estaba pasando?

Realmente eran muchas las dudas sobre cómo había estado actuando últimamente, Hablar con su madre era una opción, pero para el no era una buena opción, quizá debería de comentarle a Okuyasu, de todas formas puede ayudarle en algo, bajó las escaleras cuidadosamente, cómo nunca ya estaba listo para ir a la escuela, y lo mejor de todo ¡No estaba atrasado! Por fin podría desayunar en paz para después ir a su Instituto.

Mientras tanto el mangaka se encontraba ya despierto, estaba en su estudio, nuevamente se había desvelado toda la noche dibujando, se podían notar unas suaves ojeras bajo sus ojos, la inspiración siempre solía llegarle a altas horas de la madrugada, era algo que odiaba pero a la vez amaba, se encontraba con su ventana abierta, reposando uno de sus brazos con delicadeza en el marco de la ventana mientras que bebía una taza de té con miel y leche, lo que acostumbraba a beber casi siempre, su mirada se perdía entre el hermoso amanecer de aquella mañana.

Morioh, 7:01 a.m.

Nijimura e Higashikata se encontraban caminando juntos al Instituto, en eso al pasar por fuera de la casa Kishibe, El de peinado peculiar se detuvo a buscar con la mirada al mangaka, hasta que lo encontró, y al mismo tiempo cruzaron miradas, Rohan se sintió raramente cómodo al compartir miradas con ese joven, Josuke al mismo tiempo esbozó una pequeña sonrisa pero sin mostrar su dentadura, luego levantó su mano y la movió un poco, saludando al chico peliverde. El mangaka correspondió ese saludo, moviendo un poco su mano, todo iba bien hasta que llegó su orgullo, bufó un poco y luego le dio un sorbo a su taza de té para después mirar a otro lado.

Higashikata llegó a notar esas pequeñas ojeras bajo los verdosos ojos del mayor, sintió un poco de lástima por el, ni el sabía el por qué pero en eso la áspera voz de su compañero lo sacó de sus pensamientos por completo, causando así que voltease a verle.

— Lo siento Okuyasu, ¿Has dicho algo? — Cuestionó viendo al mencionado esperando una respuesta por su parte.

— No sé qué te pasa, últimamente te portas de manera rara.. ¿Estás enamorado? Mi hermano solía decir que cuando alguien está distraído es por que lo está.. Oi Josuke ¿Quién es la afortunada, eh? — Habló el joven hacia su amigo, el cual estaba levemente confundido, no sabía que responderle.

— Okuyasu, Yo-.. Ah, Ni yo se qué está pasando conmigo, haha.. Pero no te preocupes, simplemente debe ser por que me he levantado más temprano que otras veces.—

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