❥Mɪ Hᴇʀᴍᴏsᴏ Oᴍᴇɢᴀ Cᴏɴᴇᴊᴏ Pᴇʟɪʀʀᴏᴊᴏ┊𝗜𝗼𝗥𝗶𝗸𝘂

Prólogo "Un conejito pelirrojo"

Quería hablarle, quería devorarlo pero no podía. A lo lejos veía a ese hermoso angel pelirrojo de piel blanca, dios ese omega era hermoso en pocas palabras para Iori, pero parecía un degenerado observarlo por detrás de un árbol ¿como había llegado a eso? Facil regresemos a hace 4 semanas atrás.

Hace cuatro semanas atrás.

Desde hace unos años tuvo la idea de jamas querer una pareja pues Iori conocío a todas y todos los omegas de su manada pero ninguno parecía ser su destinado así que se creo la idea de que no era amado. 

Su hermano mayor, un omega  de cabello anaranjado al igual que el ya había perdido las esperanzas de encontrarse con destinado hasta que un día cualquiera un alfa hombre lobo rubio llego a instalarse a su manada fue entonces que su hermano sintió aquel sentimiento de amor que se dio cuanta de quien era su destinado y final feliz, su hermano ahora estaba casado y en espera de un cachorro mientras el Iori aun seguía solo pero y ¿que? Nadie era compatible con el. 

Pero odiaba algo de la pareja de su hermano y su mismo hermano...ellos no tenían un poco de decencia y cada que tenían la oportunidad se amaban con demasiada intensidad que para el pobre Iori ya era insoportable escuchar los gemidos de su hermano, al inicio fue normal y vergonzoso ya que eran las primeras veces pero ahora ya eran algo que odiaba, y como por lo visto su hermano estaba de coqueto así Iori decidió salir de su hogar en busca de tranquilidad  y no escuchar los gemidos y gruñidos tanto del Alfa y omega.

En u busca de paz y tranquilidad observaba a todos en manada ya tenía pareja, su mejor amigo Tamaki un alfa se veía con su omega peli-morado en planes de boda y el SOLO ya estaba harto con la mismo de esa mierda de vida que le restregaba el amor de otros, así que decidió escapar al bosque. 

"Primero mi hermano embarazado y ahora Yotsubasa con su omega y yo ni siquiera he encontrado a mi compañero y no creo poder encontrarlo..."  El joven hombre lobo paro su caminar viendo hacia la nada, que retorcida podía ser la vida con el, no lo sabía ni el hasta ya reprochaba el echo de haber sido alfa si hubiera sido omega hubiera encontrado destinado desde hace tiempo.

La brisa se levantó a su alrededor y fue entonces que un dulce aroma llegó a su nariz he hizo que todos los pelos se le erizaran. Un escalofrío recorrió cada parte de su cuerpo, sus orejas se fueron hacia atras en su cabeza. Sin pensarlo dos veces corrió en dirección de donde venía el aroma, con la mente en blanco sin esperar encontrar algo y fue cuando lo vío, un conejito pelirrojo y esponjoso que estaba en centro del claro, su corazón se acelero. Y fue por fin cuando su lobo interno se digno a hablar solo para escucharlo decir MIO.