Capítulo 32

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Tylwyth

El fin de semana pasa muy rápido, más de lo que me hubiese gustado y ya estamos a domingo. Trent está ocupado estudiando en su escritorio mientras yo leo estirada en su cama, no es la primera vez que lo hacemos pero esta vez tiene un sentido diferente. No puedo dejar de mirar la espalda ancha y fuerte de Trent mientras sonrío perdida en mis recuerdos sobre cómo me ha recibido besándome hasta quitarme el aliento.

Me acaricio los labios con el dedo índice y se me escapa una sonrisita.

—No puedo, es imposible —dice Trent poniéndose en pie y se acerca a mí.

—¿Qué pasa? —Lo miro desconcertada, y sin darme tiempo a nada, Trent se sienta en la cama, me alza el mentón y me besa en los labios.

—¿Que qué pasa? Que no paro de verte tumbada en mi cama aunque esté de espaldas, y no puedo concentrarme en el maldito examen de mañana, solo pienso en ti. —Me vuelve a besar provocando que me sonroje y mi corazón vuelve a latir desbocado.

—Lo siento, entonces mejor me voy y te dejo estudiar, no quiero que suspendas por mi culpa. —Le sonrío y me pongo de rodillas sobre la cama.

—No, es igual, voy a hacer palomitas y vemos una peli, de todas formas ya me lo sé todo. —Me guiña un ojo confiado.

—¿Seguro? No quiero ser una distracción.

—Lo eres, pero una de las buenas. —Me da un rápido beso y se pone en pie para ir a hacer las palomitas.

Me siento un poco culpable, pero tampoco quiero irme, durante la semana no nos vamos a ver y quiero estar con él, pero mi intención no es que suspenda. Me pongo en pie y cojo los apuntes que tiene Trent sobre la mesa, están perfectamente escritos en la libreta, tiene una letra preciosa. Mis apuntes en comparación son un caos, sonrío, es genial hasta para tomar apuntes.

Me vuelvo a tumbar en la cama boca abajo intentando entender algo de lo que explica en los apuntes, no entiendo nada, hay muchos cálculos y explicaciones que no me dicen nada. El título anuncia: " Cinemática y Dinámica de Máquinas".

—Madre mía, esto me suena a chino —murmuro para mí misma pasando las páginas de los apuntes.

—¿Te ves preparada para hacer tú el examen? —bromea Trent desde la puerta de su dormitorio. Levanto la vista para contestarle pero mi respuesta irónica muere en mis labios. Dios mío.

Trent está apoyado en el umbral de la puerta con el bol de palomitas en la mano y sus hoyuelos enmarcando su preciosa sonrisa pícara, y va sin camiseta ¿A dónde ha ido a parar? Trent es demasiado atractivo vestido, pero así con unos pantalones negros de chándal y sus músculos a la vista quita el hipo, el sentido y todo lo que se pueda quitar.

—¿P...pero? —Trent ríe ante mi tartamudeo y se acerca a la cama sonriendo.

—He tenido un percance con la mantequilla, pero creo que ha valido la pena por ver esta cara. —Sonríe aún más sentándose a mi lado y dándome un beso en la frente.

—¡No te burles de mi! —Le doy un golpe en el brazo que casi hace que Trent tire las palomitas al suelo y ambos reímos.

Me pongo boca arriba mientras no puedo dejar de reír por el movimiento que ha hecho Trent para evitar desparramar todas las palomitas por el suelo.

—Deberías controlar tu fuerza, osito —dice Trent dejando las palomitas en la mesita de noche y estirándose a mi lado, luego se apoya sobre su codo para poder mirarme. Nuestras miradas se conectan y dejo de reír cuando Trent alza su mano y me pone un mechón de pelo tras la oreja.

El día que nos enamoramosWhere stories live. Discover now