Capítulo 41

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Tylwyth

Paso el fin de semana recluida en mi habitación, solo he salido para lo mínimo y no preocupar a mi madre. No obstante, he podido pensar en todo y tomar una decisión al respecto. He repetido una y otra vez la conversación con la señora Díaz en mi mente, y todo lo que pasó después con Trent. En aquel momento no fui consciente, pero Trent tenía heridas en las manos, lo pensé luego y necesito preguntarle qué le ha pasado y si está bien, pero tengo que ir por partes.

En estos momentos me encuentro un poco más despejada después de haber pensado en todo durante el fin de semana, y entiendo que no he tenido la culpa de las decisiones de Matt, aunque no puedo evitar preocuparme y sentir como una parte de mí misma se culpa. Matt está recibiendo ayuda y ya no estará más en mi vida. Así lo quiere su familia y yo no soy nadie para volver a aparecer delante de él solo por un deseo egoísta de querer eliminar la culpa que siento, sin contar que quizá eso traería más problemas. Por lo que tengo que seguir adelante aunque me cueste al principio y me sienta como una cobarde, deseo de verdad que él se ponga bien, pero sé que ya no es mi responsabilidad y menos sabiendo que su familia no me quiere cerca de él. También pienso que es lo mejor, llegados a este punto.

Matt ha sido mi amigo y mi pareja, es difícil saber que se encuentra en esa situación y no poder hacer nada, pero he tomado una decisión por el bien de los dos, no voy a acercarme a Matt ni a su círculo, y eso incluye a Jazz. De todas formas nuestra relación se ha convertido en inexistente durante estas semanas, ella ha faltado varios días a la universidad y cuando me ha visto he recibido miradas de odio por su parte. Ahora entiendo el porqué, me culpa también.

Avery tenía razón, Jazz nunca ha sido mi amiga.

Durante los últimos días he llorado mucho, a solas, y me he recobrado y serenado sin la ayuda de Trent, algo que me hacía falta, pues siempre recurro a él, y esta vez me tocaba a mí afrontar mis propios miedos y decisiones sin la ayuda de nadie. Me siento mejor conmigo misma, quizá más madura.

La semana siguiente me la tomo con calma, es difícil asistir a la universidad y no pensar a todas horas en lo que ha ocurrido con Matt, las miradas de pena y los continuos "lo siento" y "¿Matt está bien?" de la gente no ayudan, sobre todo porque no tengo respuestas, así que me limito a decir que se pondrá bien, pues eso es lo que espero. Las noticias vuelan.

Me duele ver a Jazz y sus miradas de odio, eso me hace sentir peor, pero no voy a consentir que me haga sentir culpable, más aún. Siento pena porque pensaba que era mi amiga, pero nunca le he importado.

Esta tarde decido quedarme a estudiar en la biblioteca de la universidad, mi madre no está en casa y no me apetece estar sola, aunque aquí lo estoy pero no es lo mismo. Me obligo a centrarme en los libros. Cuando llevo un rato leyendo sin prestar mucha atención, recibo un mensaje de Trent. Se me acelera el corazón y deseo que esté aquí conmigo. En el mensaje solo me pregunta si estoy bien. Suspiro, estoy deseando que llegue el fin de semana para hablar con Trent y decirle qué he decidido.

Le contesto:

Regular.

A él no puedo mentirle y añado:

Te echo de menos.

No tarda en responderme que él también y eso me hace sacar la primera sonrisa en semanas. Trent siempre tiene ese efecto en mí.

—Me alegro de que te lo pases tan bien después de destrozar una vida —me dice una voz femenina que proviene de alguien que está de pie junto a mí, la reconozco al instante.

Alzo la cabeza de mi teléfono para mirar a los ojos color miel de Jazzlyn, parece otra persona, no porque haya cambiado su aspecto, sino porque ya no la reconozco. Su tono de voz está cargado de resentimiento y odio hacia mí.

El día que nos enamoramosWhere stories live. Discover now