CAPÍTULO 6

8.4K 620 69
                                    

LIAM

-Me imagino que lo haces si estáis teniendo una cita doble-murmuró Emily mirándonos específicamente a Leah y a mí.

Inmediatamente miré a la chica castaña a mi lado. Leah me miraba totalmente horrorizada.

Sin embargo, por primera vez, no fue la mirada de Leah aquella que consiguió ponerme nervioso, fue  la de mi hermana.
Rebecca miro por un par de segundos fijamente a Emily, evaluando su último comentario.

-Creo que te estás equivocando- murmuró mi hermana, medio anonadada.

-Créeme Becca, estoy más que segura de que no estoy equivocada- Emily parecía aún mas confusa-les vi besarse después del partido.

Sin tener intención de ello, pensé en el beso. Si soy sincero, he de decir que no me arrepiento para nada, fue el mejor beso de mi vida. El pequeño problema es que la castaña con quien me lo dí parece odiarme, lo cual descuadra un poco mis planes de futuro. Sin embargo, estoy seguro de que dentro de poco cambiará su opinión sobre mí.

Normal que luego te llame creído, idiota.

El otro problema  era que ella no parece darse cuenta, pero cada vez que la veo simplemente sonreír, el corazón me empieza a latir más fuerte de lo normal, lo cual simplemente odio. Y ya ni hablemos de lo que sufre mi pobre corazón cuando ella sonríe aunque sea una milésima de segundo ante uno de los mil comentarios tontos que digo con esa intención. Nunca había tenido esa sensación, y aunque a veces me irrita, al contrario de lo que pensé, no me molesta. Me agrada que ella también tenga algún tipo de reacción ante mis comentarios y ver que a veces no soy el único tonto.

Mmmm, ya te gustaría a ti.

Aparté mi conciencia y pensamientos a un lado y miré a mi alrededor. Se había formado un silencio aterrador. Mi hermana parecía más que perdida y la cara de Leah solo parecía perder más y más color. Teniendo en cuenta este hecho, supuse que debí decir algo antes de que se convirtiese en un fantasma, un fantasma precioso, pero un fantasma igual al fin al cabo. Sin embargo, Rebecca siguió conversando.

-Pero yo... creo que estás equivocada, Emily, ¿verdad cariño?

Esta vez se giró hacia Noah. Este parecía igual de perdido, aunque un poco menos que la pelirroja a su lado. No le había contado nada del incidente, pero supuse que él mismo había ido formándose una historia teniendo en cuenta lo poco que había visto.

Viendo que mi amigo no sabía que decir y que Leah había llegado un punto que ni siquiera sabía si seguía respirando, decidí intervenir.

-Emily, nos ha encantado estar este maravilloso ratito contigo, pero la película ya va a empezar y no creo que al resto de la sala le haga mucha ilusión que cinco adolescentes se pongan a hablar, así que ya nos veremos luego, ¿vale?

-Pero...-mi hermana quiso continuar con la conversación, pero Emily, ingenuamente, ya se estaba yendo tan feliz a su asiento mientras daba pequeños saltitos.

Esta Emily si que me cae un poquito bien.

En contradicción a lo que pensaba, Becca no iba a dar por muerta la conversación, así que cuando vi que tenía intención de hablar decidí cortarla antes de que siguiese preguntando.

-Shhhhh, cotorra, que la película va a empezar.

Mi hermana me miró anonadada, pero yo estaba demasiado feliz comiendo mis palomitas para darme cuenta de ello.

Mientras, la castaña a mi lado intentaba evitar a toda consta la mirada de su amiga, hundiéndose cada vez más en su asiento.

Poco duró la tranquilidad porque vi como mi hermana se ponía cada vez más y más roja, hasta que al fin explotó.

La Estrella Que Nos UnióWhere stories live. Discover now