Capítulo 8

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Maratón 2/2

El insistente sonido de la puerta siendo casi que derribada despertó al alfa de un solo golpe. Gruñó en alto cuando escuchó los gritos de Minho llamando su nombre, teniendo que tallar sus ojos para quitar el sueño que todavía tenía, viendo la hora en el reloj que estaba junto a la mesa al lado de su cama, sintiéndose aún más frustrado que antes.

Se levantó rápidamente mientras daba fuertes zancadas para después abrir la puerta de un solo golpe, viendo cómo Minho estaba sudado y alterado, delatándolo por su aroma.

—¿Se puede saber qué mierda quieres a las 3:45 de la madrugada, hyung?—. Dijo Hyunjin toscamente.

—C-Chan y Seungmin—. Respondió Minho, haciendo una pausa para respirar mejor—. Nos esperan en el hospital, el renacuajo ya viene—.

Cuando Hyunjin escuchó esas palabras, sus ojos se abrieron grandemente por la sorpresa y salió de la habitación, seguido de un Minho avisándole que Changbin los había llevado al hospital que les pertenecía, colocándose los primeros zapatos que encontró, importándole poco estar es un pantalón de dormir  de a cuadros rojo junto a una sudadera blanca que agradecía que combinara justo ahora.

Ambos se montaron en sus respectivos autos, no sin antes avisar a sus guardaespaldas que hicieran ronda tanto en la mansión como en el hospital, no queriendo que esa madrugada fuera más difícil de lo que ya es.

Ambos condujeron rápidamente hasta el hospital, bajándose y entrando a la sala de maternidad, en donde pudieron ver a un Christopher demasiado nervioso caminando en círculos y llenando el pasillo con su aroma a jengibre.

—Hey, Chris—. Saludó Minho cuando se acercaron.

—Hola, chicos—. Dijo simplemente.

—¿Cómo están? ¿Qué ha dicho el médico?—. Preguntó Hyunjin mientras posaba su mano en el hombro del mayor, queriendo así mostrar un poco de apoyo.

—Se llevaron a Minnie a una cesárea, solamente dijeron que esperara aquí hasta que me llamaran—. Un suspiro cansado salió de los labios del mayor, frotando su rostro de manera cansada.

—No te preocupes, todo estará bien—. Dijo Minho sonriéndole un poco, viendo cómo segundos después Chan le devolvía la pequeña sonrisa.

—¿Y dónde está Changbin?—. Preguntó el más alto.

—Se fue a comprar un poco de café, dijo que lo necesitaríamos—. Respondió.

Los tres alfas se quedaron en silencio sin saber qué más decir, tomando asiento en las sillas vacías al lado de la puerta de sala de cirugías en donde atendían a Seungmin. Después de unos minutos, pudieron ver a Changbin entrar por el pasillo con cuatro vasos de café, saludando a los recién llegados y entregándoles a cada uno su café favorito. Se volvieron a quedar en silencio, todos cabeceando del sueño que tenían, con excepción de Chan que no podía dejar de mover la pierna ansiosamente mientras destruía sus labios con mordiscos nerviosos.

Cuando Hyunjin quiso hablar para aligerar el ambiente, las palabras se quedaron atascadas en su garganta y su respiración se cortó, viendo una sombra reflejada en los ventanales muy parecida a su ángel, volteando rápidamente para solo ver cómo aquella persona se desaparecía por otro pasillo. Sus cejas se fruncieron y se levantó rápidamente para asegurarse que no estaba loco, pero cuando llegó a aquel pasillo, buscó con la mirada y no encontró a nadie, o por lo menos no la persona que quería.

—Ya me estoy volviendo loco—. Susurró mientras se daba media vuelta y regresaba donde sus amigos, suspirando cansado.

—¿Qué pasó?—. Preguntó Minho confundido.

Mafia Hwang || HyuninWhere stories live. Discover now