El mundo presento un gran cambio; desde que se dio a conocer la existencia de las sub especies hace 10 años, las personas y los gobiernos del mundo tuvieron que adaptarse para vivir en armonía lo cual fue un rotundo éxito.
Uesugi Futaro, un adulto c...
La gente afirma cambiar con el tiempo, también dicen que el tiempo lo cura todo.
Hay casos en qué si, y hay casos en qué no, pero podemos afirmar que todo cambia para bien o mal con el pasar del tiempo.
Muchos tratamos de ocultar lo que fuimos alguna vez, cómo podría ser una faceta de Otaku, pues nos avergonzamos y nos hace sentir mal.
En el caso de las relaciones; específicamente las amorosas, algunos no llegan a superar el que esa persona se allá ido, otros si y logran continuar con normalidad, pero todo siempre va a generar un cambio.
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Ambos caballeros se mantenían observandose el uno al otro con un semblante serio.
La atmósfera estaba llena de tención, era como si dos vaqueros estuvieran a punto de dispararse.
-Me alegra ver qué gozas de buena salud Uesugi-kun- el señor Maruo hablo primero, dispuesto a romper el hielo.
-Gracias, usted también se ve bien señor, a pesar del pasar del tiempo y su edad - Futaro respondió, aunque sus palabras mostraban respeto, su rostro seguía con una mirada retadora.
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-Veo que heredaste el sentido del humor de tu padre, por cierto, donde quedaron mis modales; Uesugi-kun dime, quien es la señorita que lo acompaña - Maruo mostró curiosidad por la mujer aracnida que yacía detrás del mencionado.
Al mencionar a su novia, cómo si de un bipolar se tratase, el semblante serio de Futaro se convirtió en una sonrisa llena de felicidad.
Acto seguido y sin previo aviso Futaro tomo gentilmente la mano de Rachnera y la acercó a el.
-Ella es mi novia y el amor de mi vida, Rachnera Uesugi, aunque lo de Uesugi aún no es oficial, por el momento - las palabras de Futaro salieron con una entonación de orgullo, pues se sentía el hombre más feliz y afortunado del mundo al tener a tan hermosa mujer como novia.
Halagada por las palabras de su novio, Rachnera no pudo evitar sonrojarse y mostrar una sonrisa boba pero feliz, a la par que reía un poco por ver cómo su novio se sentía orgulloso de tenerla a su lado.
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