XIX

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Llegó a su destino, recargo su espalda en la pared de ladrillo con aburrimiento mientras llevaba ambas manos a los bolsillos de su gabardina y tarareaba la melodía de una canción bastante animada, contraria al significado de la letra, la misma que escuchaba en uno de los auriculares que llevaba.

Las personas que caminaban a su alrededor le dedicaban cientos de miradas curiosas, parecía que buscaban acercarse a él, sobre todo las chicas jóvenes que salían del instituto cercano quienes se pasaban murmurando entre ellas sobre su atractivo físico y el aroma que desprendía como alfa, sin embargo ese no era el motivo por el que había llegado a ese lugar en particular.

El sol brillaba en lo más alto del cielo azul rodeado de nubes que ofrecían una sombra agradable para el terrible calor abrasador de verano, era un buen clima para dar un paseo con la familia o amigos, realizar una actividad divertida y distraerse sacando provecho al fin de semana que se acercaba, aunque para alguien como él su trabajo estaba lejos de terminar.

La campana en la parte superior de la puerta del negocio de electrónica a su lado lo obligó a reaccionar encontrándose con la intimidante presencia de su primer aprendiz.

- Hey Akutagawa ¿como estas? a pasado un tiempo - levanto la diestra en un saludo amistoso mostrando una gran sonrisa en su rostro aunque sólo se tratará de una fachada

- Dazai san - encontrarse con el hombre que admiraba provocó un fuerte sentimiento de ansiedad formarse en su pecho, sabia que era cuestión de tiempo para que lo buscara -¿que esta haciendo aquí? - ese era territorio de la mafia y que exista una tregua entre las organizaciones no significaba que ambos grupos podían adentrarse sin preocupaciones a aquellas zonas

- saludandote ¿no es obvio? - posando su mano sobre el hombro del menor ejerció una ligera presión como método de intimidación - tengo algo importante que hablar contigo, ¿te parece si vamos a un lugar más privado -

- lo siento Dazai san - con la poca fuerza de voluntad que poseía retrocedió un par de pasos antes de cubrir su boca con la palma de su mano - tengo trabajo que hacer -

- puedes terminarlo después Akutagawa kun - sus orbes se tornaron carmesí de la misma forma a sus años en la Port Mafia - esto es más importante y solo tu puedes darme la información que buscó - líbero sus pesadas feromonas para terminar de dominar al azabache

- si se trata de Chuuya san me temo que se nada al respecto - respondió desviando la mirada por unos segundos

- no mientas, Chuuya confía en ti algo debes saber - estaba perdiendo la paciencia no quería amenazarlo o lastimarlo como en el pasado

- es la verdad, Chuuya san supuso que eventualmente vendría a buscarme así que me dejó fuera de sus planes - no tenía motivos para mentir, incluso no lo había visto antes de su encuentro en el centro comercial, había comenzado a preocuparse sobre todo porque era a él a quien llamaban cuando el ejecutivo bebía hasta perder el conocimiento

- tienes razón, sería demasiado fácil pero aún así debes haber escuchado algo ¿o me equivoco? - nada pasaba desapercibido para el hombre más peligroso de Yokohama - prometo que no iré a buscarlo pero estoy preocupado de que le haya ocurrido algo, tu sabes como es Chuuya, sobre todo cuando se trata de su problema con el alcohol -

- si eso es lo que le preocupa Chuuya san esta bien-

- entonces si lo has visto, no estarías tan tranquilo si solo te lo hubieran dicho - la sonrisa que se dibujo en su rostro reflejaba malicia, el azabache sabia algo y no lo dejaria hasta que confesara

- si, lo vi hace un par de días - dio un largo suspiro pensando en su próxima respuesta, debía evitar involucrar al albino

-¿donde? -

Mi mayor secreto ★Soukoku★ PausadaWhere stories live. Discover now