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Los gemidos del rubio sonaban por aquella pequeña habitación,el azabache se deleitaba con los dulces sonidos que producía el rubio bajo él y sus ojitos vidriosos del placer.

El azabache le daba estocadas fuertes,tal y como el príncipe le pedía,sus piernas subidas a los hombros de keisuke para poder penetrarlo más hondo lo hizo gemir todavía más alto.

-K-kei...m-más fuerte.

Ante la petición del príncipe, keisuke aumento el ritmo de sus caderas hasta que dio una última estocada dentro del rubio y se vino.

Se acostó al lado del rubio respirando con dificultad,tomo las caderas del rubio y lo apoyo en su pecho.

-Kei,si mi padre nos pilla estás muerto,lo sabes,¿Verdad?

-Ya he peleado con tu padre muchas veces,no me importa hacerlo otra vez por ti.

Chifuyu sonrió, keisuke era lindo,bastante,pero sabía que ese amor no podía llegar a ningún sitio,no quería acabar en un tribunal y mucho menos defraudar a su padre,seria un idiota,pero era su padre,y lo amaba demasiado como para apuñalarlo por la espalda.

Sabía que a su padre no le afectaría con quien tuviese su vida sexual,a lo mejor lo regañaría y le pondría un castigo muy severo,bastante severo,pero si supiese que desde esa noche su corazón empezó a latir más rápido a causa del príncipe de los vampiros estaría acabado.

Sus palabras,su forma de ser,su físico,el era simplemente perfecto pero cuando lo conoció,se negó a darle una oportunidad pues su padre le había convencido que los vampiros eran como una especie de familiares del demonio y por eso solo saciaban su hambre matando humanos.Ese pensamiento tuvo más peso cuando se enteró de la muerte de su tía a manos de un vampiro,el juro que acabaría con ellos,le disgustaba la idea de matar pero más le disgustaba pasar los años sin su tía.

Hasta que apareció keisuke,por más que trato de convencerse que lo que pasó en su oficina fue un error,nunca termino de creerselo del todo,y ese sentimiento le aterró,le hizo trizas el corazón pensando que había fallado a sus principios y a su tía,hasta esa noche,esa noche de sexo no fue igual al de la oficina, keisuke se preocupaba por el placer del rubio constantemente,y de vez en cuando,en medio del acto le decía cosas muy dulces.

Eso le hizo pensar que,su tía seguramente no hubiese querido que el dejase su propia felicidad por la de los demás,y no hay nada mas triste que vivir pensando en alguien que ha muerto.

Pero todavía le dolía más saber que el pelinegro no podía ser suyo,no estaban destinados,ya tenía 16 años,por lo cual,su padre ya estaría buscando personas con las que emparejarlo,y decirle que se había enamorado de un vampiro sería la gota que rebalse el vaso.

-Yuyu ¿En que tanto piensas,mi vida?-Dijo moviendo suavemente el cuerpo del rubio.

-Kei,no podemos estar juntos.

Las palabras del rubio hicieron de flecha al corazón de keisuke,haciéndolo doler,pues el sabia que tenía razón,no estaba en contra de la ley una vez casados pero sabía que el rubio adoraba a su padre porque fue el que lo crío,su madre nunca le había hecho caso a él,sus ojos siempre estuvieron en su hermano takemichi.

De echo,la reina se negó a que Chifuyu fuese el que heredase el trono por mera preferencia,y también porqué según ella, chifuyu era un desastre con piernas que no era capaz de nada y tampoco era bueno para nada,todavía le duelen las palabras de su madre hoy día,a pesar que se las dijo cuando tenía 8 años.

Pero entonces keisuke pensó,si el hermano de chifuyu y su hermano se enamoraban y la reina lo permitía,también deberían permitir su amor.

-Cariño,tengo una idea.

-¿Sí?

-¿Y si hacemos que Koko y takemichi se enamoren?Así podremos estar juntos.

-Kei... takemichi está enamorado de mikey,y Mikey es humano.

Mío: bajifuyu Where stories live. Discover now