145.-

179 17 2
                                    

"¡Es que no se qué hacer!" El menor alzó la voz, repitiendo aquella oración por cuarta vez, esta vez lo suficientemente fastidiado como para mantener la calma.

Namjoon lo había llevado a un pequeño estudio de arte que había encontrado en internet. El dueño era un señor adulto, apenas y podía mantenerse de pie, pero los había recibido con una cálida sonrisa y una taza de té junto a una rebanada de pie, ambos chicos habían terminado la comida hacia un tiempo, enfocándose en los aperitivos antes que sus actividades a petición del menor, tal vez había sido porque se rehusaba a tomar el pincel, demasiado ocupado comiendo como para prestar atención al lienzo frente a él, dando pequeños tragos a su taza de té humeante.

Habían pasado dos meses desde la primera vez que salieron juntos, desde ese entonces habían dado la vuelta por toda la ciudad, desde cafeterías, museos, ferias y karaokes compartidos con sus amigos. Habían acordado encontrar la actividad perfecta para que Jeongguk pudiera expresar sus sentimientos sin sentir remordimiento.

Namjoon aún no sabía lo que había ocurrido con Jeongguk y su mejor amigo, a excepción de pequeñas partes que el menor le había contado. Yoongi llegaba tarde de trabajar, no tenía tiempo e ignoraba los pequeños gestos que hacía Jeongguk por él, lastimándolo, eso era algo que Namjoon sabía, había encontrado a Jimin, en más de una ocasión en su habitación, muy molesto gritándole al aire lo mucho que detestaba a Yoongi y cómo era posible que su hermano fuera su mejor amigo. Una tarde normal en la casa de los Kim.

Pero había algo peculiar con Jeongguk y era que no podía expresar sus sentimientos, y Namjoon lo conocía desde pequeño, sabía que no siempre había sido así y la facilidad que tenía el más pequeño en expresar todo lo que sentía, desde felicidad, disgusto, tristeza... ese nunca había sido un problema. Pero verlo escudarse detrás de mentiras que solo complicaban la situación, ponían en alerta a Namjoon. Tal vez era su instinto de psicólogo o simplemente Jeongguk le importaba demasiado como para verlo sufrir.

Habían ideado un plan, o así lo llamaba Jeongguk, un plan para hacerlo hablar, decir lo que sentía y desahogarse de todo lo que lo atormentaba. Pero habían probado todo y nada parecía funcionar. Lo último que habían acordado hacer era una carta pero no tuvieron suerte, Jeongguk terminó frustrado y al borde de las lágrimas, por eso habían optado por la pintura, o al menos Namjoon le había dicho que pintara cualquier cosa que se le viniera a la mente, tal vez les daría una pista del remolino de emociones que sentía el menor en ese momento.

Pero no habían tenido suerte.

"¿Por qué no intentas con ese músico que te gusta?" Lo alentó por tercera ocasión. Ya le había recomendado pintarse a sí mismo, a sus amigos, a Holly, pero Jeongguk no tenía inspiración. "¿My secret se llama?" Un bufido salió de los labios de Jeongguk.

"Ni siquiera tiene cara." Respondió.

"¿Cómo?"

"No tiene cara, Joonah." Repitió. "Es un artista anónimo, nadie sabe cómo luce."

"¿Y por qué no le das un rostro?"

"Porque es absurdo." Namjoon alzo una ceja.

"¿Y por qué sería absurdo?"

"¡Por qué no se cómo luce!" Dijo exaltado. "A parte es algo infantil."

"¿Qué es infantil?" El ceño de Jeongguk se frunció, volteando a ver al mayor.

"¿En serio?"

"En serio." Repitió. "No veo qué cosa de todo esto podría ser infantil."

"Que tengo 25 años y me sonrojo cuando mi artista favorito me responde un post." Explicó. "Que a mis 25 años sigo siendo cegado por el fanatismo. Que pego posters en mi habitación y canto sus canciones a todo pulmón." Apartó la mirada del mayor, jugueteando con sus dedos. "Es infantil y me avergüenza."

"Pero te hace feliz." Namjoon intento razonar con él. "Te he visto demasiado feliz por ser su fan, por ir a karaokes con tus amigos, por comprar sus álbumes, cuando escuchas sus canciones... No veo que sea infantil."

"Pero tengo 25 años." Insistió.

"Eso no es impedimento para que disfrutes cosas. Como el arte de la música, coleccionar cds, divertirte con tus amigos... ¿Esto viene de algún lugar?" Preguntó. "Este espontáneo rechazo, ¿alguien te dijo que es infantil?"

"¡Es que lo es!"

Y ahí estaba de nuevo.

Jeongguk escudándose detrás de palabras sin sentido, repitiendo las cosas una y otra vez pero sin dar una respuesta clara.

"Tengo 25 años, Namjoon. Es vergonzoso. Me doy vergüenza y seguramente te doy vergüenza y a Jimin, y a Hoseok, como a Yoongi."

La mención de aquel peculiar nombre puso en alerta los sentidos del mayor, ladeando la cabeza y dedicándose a ver al menor.

El silencio de la habitación presionándolo a continuar hablando.

"¡Tal vez si dejara de ser tan inmaduro aún estaría viviendo con Yoongi!" Tenía el ceño fruncido y un puchero en los labios. "Pero decidí seguir siendo infantil, ¡y lo presioné demasiado! y ahora le doy vergüenza y no quiere verme más." Una risita salió de sus labios. "Todo por no saberme quedar callado y aceptar consejos." Un suspiro entrecortado salió de sus labios, haciéndolo reír de nuevo. "Y lo único que se hacer es llorar." Las lágrimas no tardaron en hacerse presentes, tal cual lo dijo. "Es patético. Eres tan patético Jeongguk." Se reprendió a sí mismo. "¡Y ni siquiera puedo hacer una maldita pintura!" Volvió a alzar la voz, azotando el pincel contra la mesa. "¡De eso te graduaste! ¡Tienes un diplomado en artes! ¿Por qué tienes que ser tan humillante?" Se puso de pie, sus manos se movían con estrés al igual que sus pies, de un lado a otro, paseándolo por toda la habitación. "¡Estoy harto!"

Y la primera cosa que toco el suelo fue la pequeña mesita que se interponía entre los dos. El contenido de la misma derramándose y los cristales de la vajilla rota amenazando con lastimar a quien se acercara demasiado.

"¡Estoy harto!" Repitió. "¡No puedo hacer nada bien! ¡Es una estupida pintura!" Reprochó, tomando el lienzo y tirándolo al piso, el sonido casi hizo que el mayor se removiera con sorpresa pero era tanta su impresión que lo único que pudo hacer fue observar en silencio. "Por eso avergüenzas a la gente." Murmuró entre dientes, sus manos demasiado ocupadas aventando contra la pared los contenedores de pintura. "Por eso te dejan, ¡porque eres una decepción! Porque nada sabes hacer bien." Una risita incrédula abandonó sus labios, haciendo contraste con sus empapadas mejillas. "Por eso Yoongi te abandonó, porque lo arruinaste como con todo lo demás. ¡Ni siquiera puedes ser un buen amigo! Solo debías hacer una reservación, llevarlo a cenar y decirle que lo amabas." Un sollozo sacudió su cuerpo. "¡Pero lo arruinaste! ¡Lo arruinaste todo!" Gritó.

Grito tanto que sus cuerdas bucales se agotaron, dejándolo con un hilo de voz mientras se abrazaba a su propio cuerpo y se deslizaba por la pared hasta quedar sentado en el piso, su rostro escondido entre sus rodillas, mientras su cuerpo se sacudía con sollozos.

Las sospechas de Namjoon confirmándose al escucharlo hablar.

Su corazón se había estrujado al verlo en aquel estado. Tan vulnerable y roto, finalmente rompiendo cualquier barrera que se interpusiera en su corazón, dejándolo desahogarse.

El nudo en la garganta del mayor paso a segundo plano en cuanto lo vio tomarse del cabello con las manos, castigándose a sí mismo ante la lucha de emociones, poniéndose inmediatamente de pie para ir hacia el, envolviéndolo en un cálido abrazo que solo hizo sollozar al otro.

"Joonah..."

"Todo estará bien, Jeonggukie..."

Y si Jeongguk se aferrándose  a su cuerpo, pidiéndole disculpas entre lágrimas no rompió su corazón, lo que terminó haciéndolo fue la última confesión que lo escuchó decir.

"Lo amo tanto y lo perdí."

Secreto. (Yoonkook/Koogi AU)Where stories live. Discover now