1

1.5K 152 26
                                    

NOCTILUCA
Chispa de mar

Maratón 1 de 3

—«Te espero en mi casa a las 22, no demores, odio esperar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

«Te espero en mi casa a las 22, no demores, odio esperar. No olvides traer tu hermosa sonrisa, sí, esa que amo ver entre mis piernas cuando me comes»

Así rezaba el texto que Jimin le había enviado a Jungkook después de una semana de ignorarlo por completo.

—Mierda, mierda, mierda. Un solo mensaje y me bajas al infierno —Entre dientes, maldijo el chico tatuado.

—¿Qué te ocurre, hermano?

—Ehh… nada Yoongi, es alguien que me saca de quicio y que hace conmigo lo que quiere.

—Pero, ¿Jungkook, quién es? Siempre has sido el fuerte en tus relaciones, ¿quién te trae tan mal?

—No es exactamente que me traiga mal. Es que, ni sé explicarlo, es demasiado sexi y bello y escupe sensualidad por los poros. Me altera cuando lo tengo cerca. Y cuando lo tengo lejos, me altero más.

—¡Huuu! ¡estás enamorándote, hermano!

—No, no, Yoongi. Ya te he dicho que es una tremenda atracción física y estoy teniendo problemas para dominar mi voluntad. Además creo que es un poco «promiscuo». Y voy a hacer comillas —agregó al relato— porque no me consta.

—Entonces, si no te consta ¿por qué lo juzgas tan duro? Es muy fuerte pensar así de alguien con quien se está compartiendo cama.

—Bueno, es que sé que tiene cientos de hombres y mujeres arrastrándose por él. Y de verdad, Yoon, eso no me gusta, no podría jamás entablar una relación seria con alguien así. Menos, enamorarme. Nunca.

—Nunca digas nunca, querido hermano.

—Por ahora es solo sexo. De su parte no pasará de eso, lo sé.

—De su parte ¿Y de tu parte, qué? ¿Él te puso pautas? ¿Esas son sus reglas?

—No. No hemos puesto reglas. Pero tampoco tenemos… Perdón, tenemos, no —Se corrigió— yo no tengo en claro hacia dónde va esto. Y a él es como si nada ni nadie le importara.

—Jungkook, por experiencia te digo, no te quedes callado. Habla el tema con él.
A mí me pasa algo parecido, conocí a alguien.

—¿Qué? ¿¡Quién!? ¿Cómo no me has dicho…

—Lo estoy haciendo ahora, jaja

—¿Quién es?

—No lo conoces, pero no importa eso, él me gusta bastante, mucho, diría yo. Pero es esquivo, le gusta hacer las cosas a sus tiempos y a su manera. Y se topó con la horma de sus zapatos porque por mí se puede llamar a silencio por meses que no lo buscaré ni lo llamaré. Pero se lo dejé bien en claro. A partir de ahora nos veremos solamente cuando yo quiera…

—Guau, hermano, te admiro. Eres fuerte.

—No Kook, soy claro, y primero pienso en mí y después en él. Hasta hace poco estábamos juntos solamente cuando él estaba disponible. Pero ese juego me cansó, así que puse mis límites. Y más de una vez rechacé sus citas y se puso como loco. Ahora soy yo quién hace y deshace.
Por eso te digo, establece tú tus propias reglas. Y que él vea qué quiere hacer con eso.

—¿Te parece? Temo asustarlo, que me mande al infierno y quedarme loco esperándolo.

—¿Y tú quieres que crea que no estás enamorado? ¡Escuchate!

JK abolló la partitura que tenía entre sus manos y se la arrojó por la cabeza.

—Basta, Yoon, no te burles de mí.

Regresó su atención al teléfono y con un simple “Ok” contestó el mensaje que Jimin le había enviado. Monosílabo que al parecer al pequeño artista malcriado no le gustó.

—¿Solo dirás ese triste y seco: "ok"? Pensé que ibas a estar contento de visitarme hoy…

—Y yo pensé que después de que ignoraras mis llamados y mensajes por más de una semana, un simple ok, resumiría cómo me siento en relación a nuestros encuentros.

—Jungkook ¿qué quieres decir? ¿Estás molesto conmigo? Solo dímelo y suspendemos lo de esta noche.

Kook se sintió tentado en mandar todo al mismísimo carajo y no ir. Le molestaba el tono demandante y su notoria falta de interés por él. Pero su necesidad de estar entre las piernas de Jimin y devorar sus carnes una vez más, fue más fuerte y cedió.
Pero tampoco se mostraría débil como oveja. Y contestó pero en sus términos.

—Ya te dije que iría a la hora que ordenaste, allí estaré.

«Si no te gustan mis modos, Jimin, puedes irte a la mierda» —pensó al tiempo que sonreía para sí mismo. Pero en el fondo sabía que estaba totalmente a merced de los caprichos del chico más bello que él hubiera besado.

Lo próximo que recibió de Jimin a modo de contestación fue una foto...

Lo próximo que recibió de Jimin a modo de contestación fue una foto

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Y el pobre Jungkook, olvidó como se hacía para respirar...
«Maldicion, niño diablo, bendita esa boca. Creo que quieres que muera»

 Creo que quieres que muera»

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.





NOCTILUCADonde viven las historias. Descúbrelo ahora