Capitulo 6

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Recuéstate sobre la toalla y abre las piernas, Karina".

"¿Puedo preguntar por qué?" Creo que solo hice la pregunta porque quería retrasar lo inevitable.

"¿Mi respuesta hará una diferencia en si me obedeces o no?"

"No, solo tengo curiosidad", respondí después de pensar en la implicación de su pregunta. En ese momento, estaba seguro de que haría casi cualquier cosa que me pidiera.

"Está bien, entonces responderé a tu pregunta. Voy a deshacerme de ese arbusto".

La idea me emocionó, pero aun así me resistí y respondí: "¿Y si me lo quiero quedar?".

"Tienes que convencerme de que hablas en serio. Todavía estás usando mi collar y ya indicaste que te gustaba mi coño desnudo. Quiero que mi coño esté desnudo también. Recuerda, mi casa, mis reglas. Los hombres usan un Terrible nombre, en mi opinión, para describir el sexo oral de una mujer. Lo llaman 'muff diving'. El manguito es nuestro vello púbico, por supuesto La mayoría de ellos, sin saber nada mejor, todavía lo llaman 'bucear manguito' incluso si la mujer está afeitada.

"Prefiero la textura de un coño desnudo y suave cuando hago el amor con otra mujer. También odio tener pelo en mi boca. Si no te gusta después de que termine, puedo permitirte que lo dejes crecer de nuevo. Si realmente insistes, no te afeitaré, pero entonces no recibirás el placer de sentir mi lengua entre tus piernas".

"¡Pero te picará!"

"No si lo mantenemos afeitado. Ahora deja de poner excusas y pon tu trasero sobre la mesa".

Me gustó el sonido del "nosotros", pero aun así pregunté: "¿Puedo quedarme con un poco, tal vez en mi abdomen?"

"¡Nop! También me gusta lamer abdómenes suaves", se rió. "Creo que las 'pistas de aterrizaje' son una estupidez. Es todo o nada y esa decisión es mía y solo mía".

Me relajé, con las piernas abiertas, mientras acercaba una lámpara a la mesa. Deslizó dos almohadas debajo de mi cabeza para que pudiera ver cómo cortaba lentamente el cabello lo más corto posible con unas tijeras. Metió los recortes en una bolsa de plástico con cremallera y me explicó que podía guardarlos como recuerdo. A continuación, mojó una toallita en la cacerola con agua tibia, la escurrió y la colocó sobre los restos de mi arbusto; "para suavizar los pelos", me dijo. Se dispensó gel de una lata de aerosol en forma de zigzag sobre mi área púbica y entre mis piernas. Usando sus dedos, Winter batió rápidamente el gel en una hermosa capa de espuma blanca. Me encantaba la atención que estaba recibiendo, crucé los brazos debajo de la cabeza para tener una vista aún mejor.

Mientras la navaja se deslizaba lentamente a través de la espuma blanca, revelando la piel desnuda, me asombró la sensación sensual de este acto tan personal. Cuando le mencioné esto a Winter, ella respondió: "Confía en mí, amor, se disfruta mucho más cuando otra persona te afeita. Te recomiendo que nunca lo hagas sola". Eso, por supuesto, me hizo preguntarme si alguna vez 'lo hizo' sola. "¿Me dejas que te afeite?"

"Esa podría ser una recompensa por ser una buena chica, y si te quedas conmigo".

Finalmente, me hizo agarrar mis piernas por las rodillas para abrirlas más. Disfruté de las nuevas sensaciones mientras sacaba mis labios vaginales para pasar la navaja a lo largo de ellos, asegurando la eliminación de cada uno de los vellos.

Usando la toallita tibia de nuevo, Winter limpió los restos de espuma de mi cuerpo y luego se inclinó para darme un beso rápido en mi raja sin pelo. "¿Eso es todo lo que tengo?" bromeé.

"Eso es todo por ahora, querida. Sin embargo, mi cama está arriba. El verdadero amor te espera allí". Rápidamente apagamos las luces y las velas y subimos corriendo las escaleras hasta el dormitorio, tomados de la mano como dos adolescentes. Un dosel rosa y un edredón de plumas a juego cubrían su cama con dosel tamaño king. Siempre había querido una cama como esta y nunca había tenido el privilegio de dormir en una. "Tal vez yo tampoco pueda dormir esta noche en este", pensé, sonriendo. Kelly quitó el edredón y descubrió sábanas de satén azul claro y un juego de almohadas a juego.

la nueva vida de karina 🔞 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora