Sobre El Mar |Kookmin|

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— En la concha — bramó Jungkook molesto — es más de preferencia en la de tu hermana, maldito imbécil, ¡Argh!

El otro chico miro abajo y trato de reprimir la ganas de llorar que sentía.

Idiota trabajas con un pescador, su idioma natural son las lisuras, se dijo a si mismo para evitar sentirse mal.

— Estás más que despedido, ¿Lo entiendes? Más bien agradece que no te cobro todo lo que me has hecho perder, los del maldito restaurant están tan molestos, ¿No sabías que gente importante vendría a consumirlos?

El chico negó despacio, normalmente pesacaba moluscos  de la zona, fáciles de encontrar pero esta vez su jefe le pidió un trabajo en específico.

— ¿Y como demonios confundiste un pez merluza con atún?

El chico encogió su cuerpo, quería desaparecer.

— ¿Sabes que tonto me vi yo tratando de entregar la carne que con anticipación pidieron? ¿Atún? ¿Enserio?

La vena en su frente quería saltar, no era para más, antes de llegar a la costa pesquera, él se encontraba durmiendo por una vez en su vida sus largas ocho horas.

El idiota de Woo In le dijo que descansará que se encargaría de todo y que él solo debía entregar la carne de merluza.

Que humillación sintió cuando el dueño saco emocionado la carne para luego maldecir al ver que querían estafarlo con atún.

Está de más decir que corto todo trato con él y que se ganó varias maldiciones del viejo.

— Lárgate, por un carajo lárgate antes de que estampe tu rostro con mi bota.

El chico corrió despavorido hacia afuera, escapando del mal humor del jefe.

Lo último que pensó Woo In fue: "pobre quien sea su esposa, ojalá lo domen por amargado".

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Jungkook sabía que se ganaría mala fama después del espisodio con el restaurante, es por eso que perdió varios contratos.

Debí destrozar el rostro de Woo In cuando pude hacerlo, pensó molesto, incluso gruño entre sus pensamientos.

Se dirigió en una de sus más pequeñas lanchas para distraerse en medio del mar, era de madrugada y los pocos pedidos que había tenido ya habían sido entregados.

Que te jodas Woo In, tú y tu descendencia entera, malditos todos.

Jungkook prendió el motor y navego hasta perder de vista la civilización, desaparecer un momento sonaba bien.

Solo necesitaba alejarse del ruido de la gente y escuchar el ruido de la olas golpear contra las rocas, el sonido de las aves y el abrazo protector del cálido sol.

Jeon amaba esta sensación, así que siguió perdiéndose en el mar, era extenso muy grande para ser su hogar pero así lo sentía.

El mar era su refugio e iba perderse allí, entre sus olas.

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Pocas veces Jimin aceptaba ingresar gente en su vida, no era un chico introvertido y tampoco un freake callado, solo era mucho para gente tan mundana por eso tenía poco amigos, pero enserio eran sus amigos.

O eso creía él.

Porque un amigo no se besa y folla con tu novio en el mismo club que tú mismo invitaste para pasar las vacaciones.