Kim Daehyun tiene algo muy claro, y es que detesta con cada fibra de su ser a Theo Holt que lo considera su archienemigo; pero su gran problema es no conocer lo que siente en realidad. Para él, es el ser más egocéntrico y superficial que pudo habérs...
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「THEO HOLT」
«No estoy en mi mejor momento».
Es algo que han estado diciendo las últimas horas por el simple hecho de tener un semblante distinto al que ellos siempre han visto, y creo que son declaraciones muy estúpidas. En primer lugar; mi semblante no es por lo sucedido con ella, no tiene nada que ver. Y, por último; son cosas que nos les compete en absoluto. Una ruptura dramática lo están convirtiendo en un hecho histórico haciendo que llegue a todos lados, que incluso mis padres ya están al tanto y aunque no me han llamado para preguntar, sé que deben estar preocupados por lo mucho que distorsionaron nuestra relación desde un inicio.
Prefiero no ver las redes porque seguramente estarán mostrándome como el que más está sufriendo un intento de noviazgo y supongo que en cuanto a mercadotecnia eso me beneficia mucho, pero no me gusta la imagen que me dan.
Para empezar, mi día no estaba yendo por su mejor camino y mi momento de relajación caminando se fue a la mierda en cuestión de segundos teniendo que volver al hotel, tuve que quedarme encerrado hasta que fue momento de presentarnos en el bar.
Hace mucho habíamos dejado de presentarnos en lugares pequeños por unos cuantos dólares; sin embargo, en esta ocasión no era nada poco lo que estaban pagándonos para presentarnos en un evento medianamente privado. Llevamos de gira más de ocho meses y según nuestro cronograma debemos terminar dentro de un mes, pero a este punto ya me encuentro muy cansado que necesito invernar mucho tiempo.
Necesito una pausa de esta vida, lo sé.
Jadeo apretándome la sien con mucha fuerza manteniéndome acostado en el sofá mientras los demás siguen preparándose antes de subir al escenario. Desde hace horas que este dolor ha estado martilleándome el cerebro y no me ha pasado a pesar de que tome algunas pastillas específicas para contrarrestarlo.
Lia se acerca al sofá, se pone de cuclillas posando su mano en mi frente midiendo mi temperatura con la suya.
—No estás teniendo temperatura, ¿crees poder aguantar ahí arriba?
—Incluso si no puedo, no es como que tenga opción a no subir —suspiro manteniendo los ojos cerrados—. No es primera vez, así que lo aguantaré.
Rhys se sienta en el borde y pasa sus manos por mi cabello dándome suaves masajes. Vale, me gusta mucho que haga esto porque es muy relajante, pero si continúa me quedaré dormido y con este malestar, probablemente sea muy difícil que reaccione. Tomo su mano apartándola de mi cabello.
—Ay, me sentí rechazado —murmura.
—Es solo que me quedaré dormido como continúes, Rhys.
—Cierto, tengo ese efecto relajante en ti —suelta con egocentrismo, ruedo los ojos empujándolo fuera del sofá haciendo que caiga de culo al suelo—. Qué malhumorado estás últimamente, ya no me tratas con amor —abro un ojo viéndolo hacer puchero.
