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«Eran lo Inolvidable»

¿Que se necesita para llenar el vacío de un corazón roto?

Eso se preguntaba el español hace tiempo atrás. En su cabeza daba vueltas una y mil maneras para llenar aquel vacío que se posaba en su corazón, ese que quería olvidar.

Una noche lujuriosa en Mónaco, que es el resultado de una búsqueda desesperada por el olvidó, es la solución a esa incertidumbre.

O al menos eso pensaba Carlos Sainz, pero un acta de matrimonio, una noche en aquella ciudad y un corazón roto no lo lleva a la solución de sus problemas, al contrario, lo lleva a chocar con ella.

Un error caótico; una acta de matrimonio con el apellido Sainz y el nombre de aquella chica de linda sonrisa en una esquina de esa habitación de hotel.

Él no planeaba quedarse, pero ella estaba decidida a plasmarse en su piel; a volverse indeleble.

Algunos dicen que el amor no toca dos veces la misma puerta, pero ella había llegado a la vida de Carlos a demostrar lo contrario. Ella estaba dispuesta a llenar el vacío que no dejaba dormir al español.

¿Quién diría que esta historia fue desencadenada solo por un matrimonio falso, que llevaba consigo la carga de aquella noche en Mónaco?

La chica de ojos azules estaba dispuesta a ser aquello por lo cual moriría y mataría el español de ojos marrones. El amor. El amor que el se merecía, pero que no había tenido la suerte de encontrar.

Ambos eran lo inolvidable; eran lo indeleble.

Indeleble | Carlos SainzWhere stories live. Discover now