Carlos Sainz había llegado a Mónaco en busca de una distracción, una forma de llenar el vacío que sentía en su corazón roto. En una noche lujuriosa y desenfrenada, esperaba encontrar el olvido temporal que tanto anhelaba. Sin embargo, lo que encontró fue mucho más de lo que planeaba. Una acta de matrimonio, sentimientos y anhelo no lo lleva a la solución de sus problemas, al contrario; lo lleva a chocar con ella. Él no buscaba que ella se quedase mucho tiempo, pero ella planeaba marcarse de manera completa en su piel. Ambos eran lo inolvidable; eran lo indeleble.
5 parts