CAPÍTULO 29

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Cogí el teléfono un poco adormilada, pero descolgué.

- Hola - saludo triste.

Le devolví el saludo.

- Voy a ser claro porque si no va a ser peor - dijo tajante.

Tenía miedo.

- ¿Qué pasa? - pregunté.

- ¿ Te has buscado a otro mejor verdad? - puso tono triste pero a la vez enfadado.

- ¿Qué?.

¿De donde coño había sacado eso?

- Como me voy a buscar a otro si solo hago que pensar en ti.

- ¿Y como me explicas la foto en la que sales dándole un beso en al mejilla a un chico?

Me empecé a reir, no podía creer que estuviera celoso por eso.

- ¿Estas celoso? - dije riendo.

- No me hace ni puta gracia.

- Pedri, es Adrián un amigo del insti nada más, como te voy a cambiar por él, estas tonto o ¿que?.

- Ya un amigo eso dicen todas.

- Vamos a ver si quieres llamo a Adrián para que veas que solo es mi amigo y que solo hago que hablarle de ti, de que te quiero ver ya y que te echo mucho de menos.

Hubo silencio.

- Cariño, ahora mismo mi cabeza y mi corazón solo tiene hueco para una persona, y esa persona eres tú, ¿vale tonto?.

- Vale -dijo como "tienes razon"- pero joder entiende que me haya puesto celoso, te echo un montón de menos y ver esa foto me destrozó.

- ¿Y porque no me llamaste antes? Yo no entendía porque no me contestabas.

- No quería decirte nada pero hoy no aguantaba más y por eso te he llamado.

- Ay madre -suspiré- quiero volver a Barcelona.

- Y yo que vengas, ¿tan mal estas?.

- Pues si la verdad, porque aunque con los chicos me distraiga, en casa estoy mal también, porque Mario me tiene hasta las narices se cree que manda sobre mi y a mi tía le ha comido la cabeza.

- Joder que gilipollas, bueno me vas diciendo vale,  te tengo que colgar que me voy a entrenar un beso.

- Chao un beso.

Colgué y sentí un alivio interior que agradecí.

Me fui a mi habitación y cogí mi portátil para empezar me una serie, Euphoria.

Me quede casi toda la tarde viendo la serie, hasta que llegaron mi tía y Mario de a saber donde.

Pasaron a mi habitacion a saludarme y luego se marcharon a abajo.

Yo no baje hasta la hora de cenar, quería verle lo menos posible la cara a Mario.

Cenamos y después volví a mi habitación.

Al día siguiente quedamos los chicos y yo en un parque cerca de casa, en el que había pistas de fútbol para echar un partido.

De camino al parque llamé a Pedri.

Le dije que iba a jugar al fútbol y se alegro, prometió que cuando volviera me echaría un partido.

Llegue y ya estaban todos allí, deje mi pequeña mochila en un banco donde llevaba las llaves y el móvil y me metí en la pista.

Me tocó con Adrián en el equipo.

- Último que toque la portería se pone de portero - gritó Raúl.

Mi cuerpo reaccionó hacia ese mensaje cuando todos los de mi equipo ya estaban en la portería.

Genial, me tocaba ser portera.

- Soy malisima yo aviso - dije al acercarme a la portería.

- No pasa nada aprenderás - me guiñó Adrián el ojo.

Cada uno se puso en el sitio donde iban a jugar, y el partido comenzó.

He de decir que me paré unas cuantas, y menos mal que llevaba guantes de portero si no me hubiera dejado las manos.

Adrián en ese momento conducía la bola, pero de repente uno del equipo contrario se la robó y se dirigió hacia mi, él solo, no lo ví venir y chutó tan fuerte que me dio en la cara, concretamente en la nariz.

Que puto dolor.

Me tape la nariz con las manos del dolor.

Adrián junto a los demás corrieron hacia mi.

- ¿Estas bien Noa? - se preocupó Adrián.

- No, me duele mucho.

Me quitó la mano para ver la nariz y en ese momento empezó a sangrar a lo loco.

No podía ver sangre o me iba a marear.

- Hostia tu que está sangrando, traerme un pañuelo corred -dijo a los demás- siéntate anda estarás mejor si te sientas.

Me sente y le tiraron un paquete de pañuelos.

Colocó un pañuelo sobre mi nariz y al segundo se tiñó de rojo entero.

Madre mia empezaba a marearme.

- Adrián, me estoy mare...

No recuerdo nada más.

Lo que se es que cuando desperté estaba en el sofá de mi casa.

Al lado mia estaba Adrián y Júlia.

Me fui a reincorporar pero no me dejaron.

- No te levantes cel no vaya a ser que te vuelvas a marear - dijo Júlia.

- ¿Que ha pasado? - pregunté.

- Estábamos jugando al fútbol, tu estabas de portera y Álvaro sin querer te ha dado un balonazo en la nariz, has empezado a sangrar y te has desmayado - me informó Adrián.

- Ah es verdad - dije cuando recordé todo eso anterior.

Me toque la nariz y tenía una tirita en la nariz con algodón tapándose los orificios de esta.

- ¿La tengo rota? - pregunté.

- No, solamente te he puesto un algodón y una tirita para que se sujetará el algodón y así dejara de sangrarte la nariz - añadió ahora mi tía.

Madre mia, si yo avisé de que era malisima.

- Gracias por avisar a mi tía - me dirigí a Adrian.

- Ya ves tu, es lo menos que puedo hacer - sonrió.

Después de estar un rato, Adrián se fue dejándome un beso en la frente como forma de despedida.

También me dolía la cabeza así que me tía me obligó a quedarme en el sofá.

Me hizo la cena, sopita, como lo agradecía.

Cené con ella, ya que Mario no estaba.

Y cuando se hizo de noche, mi tía me llevó a la cama como una princesa, estaba casi dormida y como subiera las escaleras a lo mejor me caía.

Me metió en la cama, me quito el algodon con la tirita y me dio un beso en la frente, cerro la puerta de mi habitación para dejarme dormir profundamente.
















Holaaa, espero que mañana pueda subir capítulo pero no estoy segura, ya lo veréis.

Espero que os guste este

Un beso💞


Te amo, te odio | Pedri González Donde viven las historias. Descúbrelo ahora