Scott, hombre maduro, responsable, serio, dedicado al trabajo, sin hobbies y con cero ganas de algo "más".
Sophia, joven sin preocupaciones, estudiante, con ganas de verlo todo, socialmente imparable y con muchas ganas "de algo más".
Me desperté y miré al lado para mirarla y cogerla, pero ya se había ido ¡Mierda!, quería despertarla y decirle que me había pasado y que sólo quería que pasásemos el fin de semana juntos. Tenía que empezar a encajar que Sophia no quería mi dinero ni iba a aceptar dinero como limosna o recompensa, ella quería trabajar y me iba a costar asumir aquello.
Me levanté y entré en el baño, olía a ella, y vi la mampara de la ducha mojada, se había dado una ducha y yo ni me había despertado, precisamente hoy.
Me di una ducha y llamé a Logan
-Dime capullo
-No voy a ir a trabajar, me quedo en casa
-¿Y eso?
-No tengo el día para que nadie me toque la polla
-Entonces mejor que vengas porque la rubita te la va a tocar
Sonreí por aquella contestación ingeniosa pero nada, estaba más lejos de la realidad.
-La rubia se ha ido a la Universidad, hoy termina los exámenes
-¡Ah joder es verdad! Yo saldré para comer con Hannah, le he prometido que me la llevaría a almorzar para celebrar el fin de la Universidad
Genial Scott, tu a Sophia le hacías llorar mientras los demás tíos se llevaban a sus chicas a almorzar por ahí.
-Bien tío
-Llámame si me necesitas
Había estado en el estudio que habían montado para Sophia y tenía claro que le iba a encantar, era increíble, tenía mucha luz y todo lo que necesitaba, un escritorio y una mesa con el ordenador, tenía incluso un pequeño sofá.
Mi oficina era más seria y más mi estilo. Nada de colores y todo muy sobrio, pero me gustaba. Así era yo. Me metí allí y estuve toda la mañana trabajando y perfilando informes para el proyecto.
Mi móvil comenzó a sonar y vi que era mi equipo de seguridad y de repente el corazón me dio un vuelco. Sophia. Sólo pensé en ella. Descolgué con urgencia.
-¿Que pasa?
-Señor Brown ¿tiene un minuto? Creo que es importante que oiga algo
-Estoy arriba en mi oficina, sube.
¡Joder el corazón se me iba a salir por la boca! Si le pasa algo a Sophia me voy a odiar el resto de mi puta vida, y encima enfadados. Tocaron a la puerta y abrí al segundo.
-¿Que pasa? Me estas asustando
-Señor, creo que es algo muy personal.
-¡¿Qué pasa coño?!
-En todos los coches se han puesto micros para grabar si pasaba algo, únicamente por seguridad
-Si, lo se ¿han escuchado algo importante?
-Escúchelo usted mismo, es de hoy a la 13:09 de la tarde
Se fue a mi ordenador y puso un pen y clicó un archivo de audio nombrado como "Coche Sophia" y a mi se me estaba parando el corazón.
Le dio al "play" y me apoyé en la mesa con ambas manos porque no sabía si iba a ser capaz de no caerme.
Entonces empecé a escuchar gemidos y a dos personas follando. ¡¿Qué?! Escuchaba gemir a Sophia en su coche y a un tío follándosela, el audio era inconfundible, se estaba tirando a Sophia en su coche. Escuchaba los gemidos de ella y como gritaba, se escuchaba chocar a dos cuerpos y ya no pude aguantarlo más. Me giré y le di un puñetazo a la puerta de la oficina.
-¡Hija de puta! ¡Están follándosela en su coche! ¿Cómo coño he sido tan imbécil?
No podía creérmelo, habría dado mi puta vida por ella ¿Cómo era tan zorra? ¿Por qué estaba cabreada, se esta follando a otro? ¡JODER! estaba echo un furia con ella y conmigo mismo por no haberme dado cuenta de la puta que tenía en casa.
Empecé a dar golpes en la mesa y a decir todo tipo de insultos, la cabeza me iba a estallar y me entraron ganas de vomitar.
-Señor quizás sea mejor que destruya esto...
-Dame eso y lárgate
En cuanto se fue empecé a llorar como un gilipollas, había estado malgastando todo mi tiempo y esfuerzo en una niñata de veinte años que a la primera discusión se follaba a otro.
¿Quién era el tío que se la follaba? Lo tenía claro, era el capullo ere de su amigo.
El pulso me iba a mil revoluciones y creía que el corazón se me iba a salir por la boca, ni siquiera era capaz de respirar con normalidad. ¡La había metido en mi casa sin saber que era otra zorra de las que acostumbraba a tirarme!
Iba a venir a casa como si nada sabiendo que se acostaba con otro.
-¡Vas a ver como me follo yo a otras zorras como tu!
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Iba a follarme a otra en nuestra cama, y ella iba a verlo todo.
-¡Vas a sufrir como lo estoy haciendo yo!
A los veinte minutos de aquello, sonó el timbre y bajé para abrir.
-Pasa - le dije sin más
-¿Ahora ha dejado de importante esa niña?
-Selena, ¿vienes a follar o ha hacer preguntas?
-A follar
-Sube - le indiqué con la mano y yo la seguí
Me quité toda la ropa y la tiré por el dormitorio y a conciencia dejé la puerta abierta para oír cuando llegara. Escuché el sonido de mi móvil cuando le entraban mensajes pero no era momento de eso.
-Quítate la ropa - miré el reloj y estaba apunto de llegar, la conocía y sabía que no tardaría.
Busqué un condón y lo rasgué. Selena ya se había puesto a cuatro patas y yo le escupí en el coño para mojarla. Me puse el condón y la penetré
-¡Scott! ¡Joder algo de preliminares!
Yo no estaba para juegos estúpidos, no me la follaba porque me gustase, me la follaba para que Sophia supiera lo que yo había sentido al oírla gemir con otro.
Escuché la puerta, era ella.
Me puse a follarme a Selena con mucha fuerza, quería que gimiese para que todo le doliese aún más
-¡¿Cariño?!
¿Cómo coño podía ser tan cínica? ¿Cariño ahora?
-Scott, Scott es ella, para, para
-Cállate y disfruta
Seguí follándomela y Selena giró la cabeza y sonrió con maldad, se acababa de dar cuenta de lo que iba a pasar y eso le encanto.
-¡¡Ahhh!! Si, si, ¡¡ahh!!
Genial, eso iba a oírlo
-¿Scott eres tu?
Sube, estoy deseando que me veas.
Oí como subía las escaleras y entraba en el dormitorio mientras yo penetraba a Selena
