Luego del karaoke

174 14 0
                                    

Narra Barry

Considero que esta es la noche más larga de toda mi vida, pero también puede ser una de las mejores, cuando paso tiempo con Caitlin es como si no fuera necesario ser flash para ella no tenía que ser un héroe porque para ella Barry Allen era su héroe, a veces sentía que ella era la única que podía mirar más allá del traje de la responsabilidad de ser el héroe de ciudad central, hoy fuimos a cantar karaoke el plan inicial no era ese, pero así paso, verla de pie en el escenario haciendo el ridículo será algo que no se me olvidara jamás y luego cantar juntos fue la cereza del pastel, ahora vamos llegando a su casa, me doy vuelta unos segundos para cerrar la puerta y cuando me giro hacia ella no está y se supone que el velocista soy yo.

-Caitlin- la llame, pero no escuche nada, me fije en la sala de estar, pero no estaba ahí, veo la ventana abierta y recién ahí me doy cuenta de que fue al patio. Me dirijo hacia allí y lo que veo me saca una sonrisa.

Estaba ahí recostada en el suelo, mirando las estrellas, sintió mi presencia y levanto la cabeza hacia mí, me dedico una sonrisa y con la mano me invito a ir a su lado.

-Barry ven, están preciosas las estrellas.
-En un momento, hare café- utilizando la velocidad puse a funcionar la cafetera y fui a buscar un poleron y una manta para poder estar afuera- espero que no te hayas dormido.
-Solo fueron dos tragos nada más, no estoy tan ebria como para dormirme a los dos segundos.
-Yo solo digo, parecías muy feliz en el karaoke.
-Estaba feliz, pocas veces puedo ser esta Caitlin, la que baila, cantar sin que me importe nada.
- ¿Qué te impide ser así siempre?
-En el laboratorio no podría hay muchas personas y no quiero que todos vean esta faceta de mí, solo Cisco y tú, además ahí tengo que mantenerme concentrada en todo momento porque si algo falla será culpa mía- con cada palabra su emoción y el brillo que tanto me gustaba de ella se iba apagando dejándola solo con una mirada de preocupación y ansiedad.
-Cait fallar está bien, no siempre puede salir todo perfecto eres humana comete errores, aprende de ellos, pero no te restrinjas a ti misma esta versión de ti es una de las que saca ese brillo que tienes y te hace resplandecer- la mire a los ojos para que viera que lo que le estaba diciendo era enserio.
- ¿Cómo lo haces? -se giró hacia mí y me miro con curiosidad.
- ¿Qué cosa? -pregunte confundido
-Decir las palabras justas en el momento, ahora pensándolo yo me estoy auto compadeciendo y no me he detenido a pensar en lo que tu sientes, no digo que te sientas así, pero en el caso de que si lo siento- estaba nerviosa siempre hablaba rápido cuando se pone nerviosa.
-Te refieres a que como héroe no está la oportunidad de fallar- le señalé.
-Sí, debe ser terrible, bueno por un lado salvas vidas y todo eso, pero tener la vida de los demás en tus manos y delegar esa responsabilidad solo en una persona, yo no sé si podría soportarlo.
-Es un día a la vez, pero si se siente difícil, como dices el tener la vida de cientos de personas en tus manos cada día es... Difícil.
- ¿Te has puesto a pensar que hubiera pasado si el acelerador de partículas no hubiera explotado?
-No, creo que no nos hubiéramos conocido- hice una pausa por que casi se me sale el pensamiento de que si ese accidente no hubiera pasado ahora mismo no conocería a esa persona que se convirtió en lo mejor de mi vida- mi mundo y mis relaciones se resumían en Joe y Iris.
-Yo solo pasaba tiempo en el laboratorio, tampoco creo que nos hayamos conocido.
-Voy por el café, vuelvo en un segundo-fui y volví, cuando regrese seguía mirando las estrellas.
-Si te quieres quedar aquí toda la noche me dices así te hago compañía-le dije mientras le entregaba su taza de café.
-Me quiero quedar, la noche está muy linda.
-Okay, entonces cuéntame una historia.
- ¿Sobre qué? No tengo muchos recuerdos felices Barry.
-Okay, otro día será, no ya se cuéntame algo que haya pasado cuando estuve en coma.
-Haber, déjame recordar- pensó por unos momentos y pude reconocer en su rostro cuando encontró el recuerdo perfecto- Era un día cálido, Cisco se había tomado el día libre y el profesor tampoco estaba en el laboratorio solo tú y yo bueno más bien yo tu no contabas en ese momento, te hice los análisis de rutina, en un momento te volteé a ver y tenías el ceño fruncido como si algo te incomodara, me sorprendí porque tenías movilidad estando en coma me acerque a ti y trate de calmarte, no sabía que hacer solo atine a acariciarte el pelo y casi por arte de magia se relajó tu expresión me quede a tu lado y te conté mi libro favorito del momento. Por un momento llegue a pensar que me escuchabas o que estabas reaccionando, fue un día tranquilo, pero fue uno de los que más me gustaron el cuidar de ti se volvió un hobbie para mí, saber que como doctora puedo ayudarte me hace muy feliz y cuando llegas con una herida profunda aparte de que me dan ganas de patear tu trasero escarlata también se me parte el corazón verte con alguna herida.
-Tratare de no lastimarme en batalla si así no te hago pasar malos ratos, me encanta que siempre tengas una sonrisa para mi Cait.
-Como no, si eres mi paciente favorito- me dedico una sonrisa tan deslumbrante que ni las estrellas se podían comparar.
-Y espero que el único, sino me pondré muy celoso.
-Siempre serás el único Barry Allen- me miro a los ojos y luego se acercó más a mí, se acurrucó sobre mi pecho mientras aun mirábamos las estrellas.
- ¿No te sientes pequeño viendo tantas estrellas?
-No- aseguré.
- ¿Por qué tanta confianza en esa respuesta?
-Puede haber millones de estrellas, pero ahora, así como estamos, contigo a mi lado jamás me podría sentir pequeño, cuando estoy contigo me siento capaz de todo de correr como nunca lo he hecho, de recorrer los lugares más recónditos de la tierra, de enfrentarme a las peores cosas con tal de llegar al laboratorio o a tu casa y ver esa sonrisa que solo me das a mí.
-Qué cosas dices Bartholomew- sin siquiera mirarla sabía que estaba sonrojada.
-Eres quien me da fuerzas Caitlin, flash es un superhéroe por su velocidad y fuerza, pero Barry Allen no es nada sin su doctora favorita, su mejor amiga y si algún día ella quiere sin su novia.
-No te arrepentirás mañana de lo que dices ahora.
-Hey tu fuiste la que tomó no yo, pero si quieres te lo vuelvo a repetir mañana o pasado incluso dentro de 20 años.
-Me hace feliz el haberme topado contigo, accidente o no siempre serás una linda casualidad.

De repente el ambiente se vuelve serio, no había sonrisa y ambos casualmente nos quedamos callados en el mismo instante conocía su mente, sabía lo que estaba pensando y fuera bueno o no Barry siempre daba miedo cuando se ponía en su faceta seria, pero esta vez era algo bueno por mucho que quiera parecer serio e intimidante sus ojos jamás podrían transmitir esa clase de sentimiento, con solo verlo sabía que junto a el nada malo podría pasar.
-Tienes dos opciones- hice una pausa para poner suspenso a la conversación ella solo mantenía su mirada fija en mí- te podría besar ahora o te podría besar mañana que estés en tus cinco sentidos, tú eliges, opción a u opción b.
-C- dijo dedicándome una sonrisa y con una mirada picara.
-No hay c- trate de sonar enojado, pero solo podía verla y dedicarle mi mejor sonrisa.
-Si la hay solo que no la dijiste, la c dice que me besas ahora y mañana como estaré confundida y con las ideas revueltas tendrás que refrescarme la memoria y besarme de nuevo.
- ¿Prometes que no huiras mañana?
- Tendrás que quedarte y averiguarlo.
-con eso me basta- con delicadeza me acerque poco a poco espere un segundo que era una eternidad para alguien con súper velocidad, pero solo quería guardar esa mirada y ese momento en mi memoria para siempre, tome su barbilla y junte nuestros labios, primero fue tímido y suave, con el paso de los segundos el beso se tornó más rápido y ansioso, nos separamos unos segundos para tomar aire y nos quedamos mirándonos ella acaricio mi mejilla y esta vez tomo ella la iniciativa.

Giramos un poco sobre nuestros cuerpos ella quedo debajo de mí, yo apoyaba mi peso sobre mis brazos para no lastimarla.

-Definitivamente te refrescare la memoria mañana.
-Técnicamente ya es mañana, no veo porque seguir perdiendo el tiempo.

Un beso se transformó en dos y así sucesivamente, luego nos quedamos mirando las estrellas sentados y acurrucados en la terraza del jardín, ahí dormimos sin saber qué ocurriría al otro día, el amanecer llego más ellos no se inmutaron, sin importar el trabajo o los crímenes de la ciudad se permitieron ser egoístas por un día y disfrutar de ese momento.

Narrador omnisciente

Cuando Barry entreabrió los ojos y la vio escondida en su cuello acurrucada pensó que no le molestaría pasar cada noche cantando karaoke si eso daría como resultado más momentos como estos.

One-shots snowbarryWhere stories live. Discover now