¡Rayos!... Ya No Quiero Ser Cristiano [Parte 2]

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No soy inseguro de mi imagen.

Desde pequeño me había dicho que era un niño guapo, eso no cambió a pesar de la pubertad, y quiero pensar que eso tampoco cambió en mi adultez, aunque ahora me estoy cuestionando seriamente sí fue buena idea haberme quitado la barba y haberme cortado el cabello.

Ahora entendía lo que decían mis compañeras: "Nunca te hagas un cambio de look cuando hay una fecha importante cerca", yo las miraba a ellas cambiar de apariencia todo el tiempo, así que no tomé en serio sus palabras, pero ahora me arrepiento un poco de hacerle caso a la sabiduría femenina. 

Ésta tarde creo que pasé más de quince minutos posando frente al espejo, tratando de culpar al traje en vez de mi cara, practicando mi sonrisa para que no se viera tan nerviosa, viendo sí podía acomodarme mejor el cabello. Pero no, nada me convencía. No había tiempo para cambiarme así que decidí irme así.

Mentiría si dijera que no estaba más emocionado ahora que en la boda de Gaby y Julio, pero claro, era algo que nunca diría en voz alta. 

Me levanté de mi silla con el pecho lleno de orgullo y aplaudí tan fuerte que mis palmas ardieron, ni siquiera tuve que fingir una sonrisa, me sentía realmente tan feliz verla caminar con la toga recibiendo su titulo, por inercia, miré a mi costado, para compartir mi momento de felicidad con mis acompañantes, pero lo que miré hizo que dejara de aplaudir.

Era obvio que la mamá de Mary estuviera llorando al ver a su hija graduarse, pero al ver a Alexander llorando... 

En la mirada de él no podía ver otra cosa más que un padre orgulloso, a pesar de que en las venas de Mary no corría su sangre, él trasmitía todo lo contrario. Recuerdo cuándo mi padre me miraba así, eso fue hace mucho tiempo, ahora su mirada era diferente, ¿Él me hubiera mirado así en mi graduación?

Mi mente regresó al presente cuando anunciaron al siguiente egresado y Alexander giró su cabeza para verme a los ojos, su amplia sonrisa se convirtió en una de de labios cerrados y se acercó a abrazarme y yo no pude corresponder el abrazo por lo confundido que estaba.

 —Parece que la emoción nos ganó, hijo. 

Solo en ese momento pude sentir las lagrimas que caían de mis ojos, quizás él no sabía el por qué estaba llorando, pero su abrazo se sintió lo suficientemente paternal cómo para hacerme soltar un par más de lagrimas y sentirme confortado, le di un fuerte abrazo, tratando de llenar ese vacío que aún dolía, pero no dejaba que me limitara.

En todo momento mantuve mi distancia mientras Mary e Izar se tomaban fotografías, aún la cosa estaba tensas entre nosotros y no quería incomodar más con mi presencia, entonces te preguntarás: ¿Entonces para qué fuiste en primer lugar? Sencillo, nadie más podía ir, así que solo sería Susana, Alexander, David, Izar y yo, en mi graduación no fue nadie, así que a pesar de todo quería que Mary se sintiera lo más acompañada posible. 

—¿Crees que tarden mucho más tiempo?

—Déjalas, han hablado de éste momento durante muchos años, conmigo incluso me mandó una presentación con unas propuesta de poses, hasta tuvimos un ensayo y todo.

No pude evitar reír al escuchar eso, aunque entendía que quisiera que todo fuera perfecto, después de todo, era su graduación. Las seguimos observando hasta que Izar, sin decir ni una palabra se fue, David me dio un pequeño golpe en la espalda para después estirarse.

—Anda tú, yo después me tomaré las fotos con ella cuando Alexander y Susana regresen. 

Asentí y me acerqué a Mary que ya esperaba con las manos juntas, su postura era la de toda una ganadora y su sonrisa era de superioridad, quizás David sabía mejor que yo todo el esfuerzo que le costó llegar hasta dónde está, pero me alegraba que hubiera pensado en mí para compartir este momento.