𝟬𝟮. 𝗗𝗘𝗨𝗗𝗔𝗦

1.4K 141 19
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

𝟭 𝟵 𝟴 𝟭━━━━━

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

𝟭 𝟵 𝟴 𝟭
━━━━━

Fingir se había vuelto una habilidad bastante común para Lina. Luego de su cumpleaños número dieciseis, las cosas comenzaron a decaer.
Tras la visita de Escobar, ella había afirmado que este estaba maldito y por ende, toda la peste había sido esparcida por su familia.
No podía evitar temer por la seguridad de su familia. Cada noche, podía visualizar un nuevo hematoma en su padre, pero lo que ni siquiera ella misma esperaba, era que en ese mismo año, iniciaría su propio infierno, sin fecha de salida.

Faltaba un día para su cumpleaños, su madre estaba severamente atareada confirmando quiénes asistirían para aquel evento, a pesar de que Lina había asegurado no querer algo ostentoso, luego de su fiesta de dieciseis, su madre consideró aquello una barbaridad, solo una vez se cumplían dieciocho y con ello, su pequeña por fin sería toda una mujer.

- ¿A quiénes han invitado? - preguntó la menor, mirando a su madre tan concentrada. No era que le importara mucho, Lina no era muy sociable, al menos, ella no buscaba la compañía de las personas pero tampoco repelía cuando alguien la buscaba.

- A los mismos de siempre... - comentó cortante - Los Moncada, Hernandez, Gutierrez - toda la élite drogadicta, pensó
- Escobar... - aquello la tensó, sin poder evitar fruncir el ceño. Su madre era consciente del pavor que este había creado en Lina - Cariño... sé que lo que pasó no es fácil pero, Pablo es tu padrino, no podemos no invitarlo, es descortés e inhumano.

- Inhumano es que haya amenazado a mi padre de muerte en mi cumpleaños - contestó con enojo.

- Por favor, cariño... - esta la miró por unos momento - las cosas están muy complicadas - confesó su madre - nos serviría de apoyo tener a Escobar de nuestro lado. Solo te pido que lo trates con cortesía, ¿sí? - preguntó tomándola del rostro antes de envolverla en un cálido abrazo.

Un estruendo se escuchó en la sala de aquel hogar, tanto su madre como Lina corrieron para inspeccionar.

La menor no pudo evitar sentir la falta de aire en sus pulmones. Su madre la miró rápidamente, Lina sabía lo que sucedería en cuestión de minutos.
Algo que odiaba de su padre, era el alcoholismo y las acciones que tomaba bajo su influencia.

𝙏𝙃𝙀 𝘿𝙀𝙑𝙄𝙇 ── 𝘑𝘈𝘝𝘐𝘌𝘙 𝘗𝘌Ñ𝘈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora