Capítulo 7

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—Te crees irresistible, ¿verdad? —le dijo Jung-kook algo divertido con una ceja arqueada.

—Oh, pero si no mencioné nuestra situación —replicó el contrario algo burlón—, tú serás el supuesto éxito, no serás el único, pero en mucho tiempo ni siquiera habían elegido a nadie, no tienes mucha comparación.

Jung-kook soltó un suspiro y se acomodó para poder dormir, justo estaba cerrando sus ojos cuando sintió un peso caer a su espalda haciendo que se incorporara de golpe y lo viera.

—¿Y tú qué?

—¿Qué?

—¡Fuera de aquí!

—¿Y por qué?, tengo frío y sueño.

—¿Cómo voy a dormir con un intento de violador? Fuera de mi cama.

—No te pongas así, tienes el sueño demasiado pesado, anoche ni siquiera te diste cuenta de que estaba aquí.

Jung-kook se congeló en ese momento, fue una gran mala idea dejarlo vagar como si nada, soltarlo fue de lo peor, bien lo pudo haber atado y...

—¿De verdad eres solo un blando o te estás haciendo bueno? —le preguntó Jung-kook extrañado.

—Esa pregunta me irrita.

Frunció el ceño y sin más se esfumó dejando con un escalofrío a Jung-kook. No perdió el tiempo e intentó dormirse, pero cómo le costó, pensaba en todas las cosas que le pudo haber hecho mientras dormía, ¿tan pesado tenía el sueño?, no, más bien, podría ser lo que hacía mientras dormía. Poco a poco, mientras lo seguía pensando, fue cayendo en el cansancio hasta por fin rendirse.

—¿Jung-kook? —escuchó su voz a la lejanía. No, quería seguir durmiendo—. Jung-kook, ya es hora, mientras más pronto empecemos más tiempo tendrás para descansar. —Estaba tan cansado, no podía moverse ni abrir sus ojos—. Vamos, levántate, la pereza es mala.

A regañadientes empezó a abrir los ojos, estaba justo como había quedado en el sueño anterior, en la cama y desnudo, la luz que se colaba por la ventana hizo que su vista se irritara un poco, pero se fue acostumbrando. Se levantó lentamente y tomó su ropa, que estaba perfectamente doblada en la mesa de noche, para ponérsela y así terminar de despertar. Bueno, no había de otra, ya estaba listo, Ho-Seok lo esperaba afuera.

—Bueno, veo que hiciste tu parte, eso está muy bien —le dijo Ho-Seok al verlo salir de la habitación, era tan extraño no sentir nada, como si no estuviera en su cuerpo, pero ya se estaba acostumbrando—. Sé que puede ser imposible cambiar de un día para otro, pero con el entrenamiento que tenemos y una que otra ayuda pronto estarás en óptimas condiciones para luchar, te lo digo para que te tranquilices, en menos de lo que crees volverás a dormir como antes.

—Eso no estaría nada mal, necesito por lo menos un sueño normal —comentó Jung-kook con una leve risa, en verdad lo necesitaba.

—No perdamos tiempo, vamos a ello.

Salieron de la casa a donde habían entrenado antes y empezaron sin más, gracias a que sabía lo que vendría pudo estar preparado mentalmente, pero su cuerpo se sentía sumamente pesado y el cansancio estuvo presente desde un principio. La espada era lo que más confianza le daba, al tenerla en sus manos sentía que podía defenderse de cualquier cosa. Justo en ese momento, recordó la suerte que corría su cuerpo fuera del sueño.

—Ángel Ho-Seok —lo llamó Jung-kook con la respiración algo agitada—, ese demonio, V, dijo algo que me tiene incómodo.

—Que duerme contigo sin que te enteres, lo sé —profirió el ángel con el ceño fruncido—, no puedo estar al tanto de lo que pasa fuera de aquí mientras estoy contigo, materializar todo el lugar, hacer de tu entrenamiento efectivo y guiarte no me deja velar por tu buen sueño, lo lamento...

El hombre sombra | Taekook |Where stories live. Discover now