Capítulo 19

224 7 2
                                    

Sonaba una alarma, era tan irritante ese sonido, aprendió a odiarlo muy rápido, buscó su celular sin abrir los ojos, Jung-kook se quejó porque lo había soltado, lo tomó y apagó, ¿qué hora decía? Las cuatro de la tarde, ¿cuándo sonó la alarma de las dos?, ¿siquiera lo había hecho? Una notificación le decía que sí, así estarían de cansados que ninguno de los dos la escuchó. Jung-kook quería seguir durmiendo, estaba tan aferrado a él. Se limpió el rostro y lo miró, hermoso a cada hora.

—Jung-kook... —lo llamó.

—Lo sé —soltó en un suspiro, pero se acomodó más, casi se estaba colocando sobre él—. ¿No puedes faltar?, solo hoy...

—Me encantaría, no te imaginas cuánto —respondió, plantó un beso en su cabello—, pero no debería.

Jung-kook suspiró, pensaba que se estaba volviendo a dormir, él también tenía tanto sueño, odiaba tener que levantarse.

—¿Tienes hambre? —le preguntó Tae-Hyung acariciando su cabello.

—Ve vistiéndote, yo te preparo algo —le respondió Jung-kook soltándolo para estirarse y luego limpiar su rostro—, se te hará tarde.

Por fin los dos se levantaron, Jung-kook se tuvo que sostener de una silla para no caer, su cadera, piernas y brazos dolían bastante y también se sentía débil todavía, pero le restó importancia y fue a la cocina para ver qué preparaba. Tae-Hyung empezó a vestirse bastante cansado, revisó su teléfono, el mensaje de la madre de Jung-kook solo decía que estaba bien que se quedaran allá y que se cuidaran mucho, le escribió que iban a comer y ya Jung-kook iría a su casa luego, también le quiso escribir a Jung, pero recordó que supuestamente su novia le escribiría a Jung-kook, entonces fue a la cocina mientras abotonaba su camisa para preguntarle qué había pasado, le dijo que estaban bien, Jung todavía no se despertaba.

Terminó de cocinar y Tae-Hyung terminó de alistarse, se sentaron en la mesa a comer uno junto al otro, ya estaban bastante despiertos para ese momento. Jung-kook estaba sonrojado hasta las orejas, Tae-Hyung lo miraba con una leve sonrisa.

—Gracias —habló el mayor—, te quedó increíble.

—Me alegra que te guste —le respondió sonriendo.

—¿Qué pasa?

—¿Por qué?

—Estás rojo.

Jung-kook respiró irritado tapando su rostro con sus manos, ¿por qué era tan malo para disimular, Dios? Repasaba una y otra vez la madrugada que pasaron, la fiesta, lo evidente y descarado que fue besándolo, abrazándolo, y cuando llegaron a su casa, ¡se había vuelto loco!

—Fueron siete veces —dijo por lo bajo. Tae-Hyung al escucharlo rio sonoramente haciendo que se sonrojara más—. ¡No te rías de mí!

—¿En serio estás pensando en eso? —le preguntó Tae-Hyung intentando calmar su risa, pero simplemente no podía.

—¡¿Cómo no?!, ¡¿quién hace eso?! —le dijo mirándolo sorprendido, pero tapó su rostro de nuevo—. Hice un desastre, Dios...

—Y fue tan caliente —agregó Tae-Hyung haciendo que lo mirara impresionado.

—Fue un desastre —concluyó Jung-kook volviendo a su comida muy avergonzado—. Perdón por eso...

—No te tienes que disculpar, me gustó —le respondió Tae-Hyung pasando suavemente sus dedos por su mejilla—. Cada vez que te conozco más solo me gustas más.

Jung-kook volvió a sentir sus mejillas calientes al escucharlo, y a su vez una calidez sublime en su pecho, se inclinó un poco hacia su mano en su mejilla para decirle que no se apartara y lo miró.

El hombre sombra | Taekook |Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ