4. Amistad virtual

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Yo era ajena a todo lo que ocurría en el mundo virtual, vivía en el mundo real, apenas tenía una cuenta en Facebook que muy rara vez actualizaba, tanto así que la foto que tenía era de cuando estudiaba en la universidad

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Yo era ajena a todo lo que ocurría en el mundo virtual, vivía en el mundo real, apenas tenía una cuenta en Facebook que muy rara vez actualizaba, tanto así que la foto que tenía era de cuando estudiaba en la universidad.

Todo cambió un día, cuando registré una cuenta en Instagram, fue a inicios del año 2021. Trabajaba como secretaria en un instituto, pero por la cuarentena del COVID 19 me encontraba en mi casa sin nada que hacer, ya tenía varios meses en ese plan. Para cambiar mi situación se me ocurrió la brillante idea de crearme una cuenta literaria en esa app. Recordaba como me gustaba escribir pequeños relatos cuando era más pequeña y me reté para explotar mi imaginación.

Registré la cuenta con mi verdadero nombre @loiretmarquez21 , pues no sabía de la moda del anonimato y comencé a seguir las cuentas de puras escritoras y escritores. Quedé fascinada con ese nuevo mundo, no tenía idea de que existían tantas personas que escribían desde sus casas y que amaban tanto leer y escribir. Me sentí algo triste por no haberlo hecho antes, a mi edad ya debería de haber escrito algún libro importante pero no tenía nada, y al ver a tantos jovencitos desde los 16 años escribiendo me hizo sentir mal, pero me levanté el ánimo y comencé a escribir pequeños relatos sobre mitos y leyendas.
En cada publicación solo recibía de 15 a 20 likes no era mucho pero me sentía muy feliz de que esas 20 personas hayan leído mis escritos. Algunos me comentaban, eran tan agradables, también leía sus publicaciones, todas me gustaban, amaba ese mundo que estaba descubriendo. Todo era tan nuevo para mi, me sentí como si otra vez tuviera 15 años, era fantástico aprender cada día porque además de leer las publicaciones de los escritores también leía las recomendaciones para mejorar en la escritura.

Cada día tenía más seguidores pero no todos me leían, y cuando yo les comentaba en sus escritos solo daban las gracias, pude notar que no todos estaban dispuestos a conocer a profundidad a alguien por ese medio, quizás ellos muestren una coraza para no ser lastimados, como crecieron en ese medio ya sabían muy bien de las consecuencias de tratar a algún desconocido por las redes, solo se limitaban a publicar y seguir publicando, creo que les importaba mucho la cantidad, al igual que los seguidores, pues seguían a 5 mil o 7mil usuarios y solo unos pocos los leían o les daban un like. Sus actos parecían incoherentes porque expresaban sentimientos y emociones espectaculares de las personas pero ellos mismos parecían unos robots en ese medio, muchos ocultaban sus rostros e identidades como si tuvieran vergüenza de quiénes eran o como si no quisieran que los demás se enterasen que tenían ese don tan maravilloso que es el de escribir. Claro que habían otros más valientes que se mostraban tal como son pero igual tenían esa coraza que los cubría para defenderse del resto de personas.

No quise ser una más de la manada quería marcar la diferencia y seguía comentando con sinceridad lo que pensaba en cada publicación, a veces me daba un poco de pena comentar siempre pero me gustaba hacerlo y nadie me podía prohibir expresarme, obvio que todo era con mucho respeto, tampoco es que me la pasaba criticando a los escritores. Habían muchas personas que escribían de forma espectacular como si fueran profesionales en ese ámbito y otros que todavía les faltaba mucho, se les notaba algunos errores ortográficos que me parecía una bofetada en el rostro cada vez que lo veía, lo bueno es que esas historias eran muy buenas, así que ignoraba la gramática para seguir con el hilo de la historia que eran muy atrayentes. De esa forma perdí el aburrimiento.

Ghosting ¿Te lo hicieron o tu lo hiciste?Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora