Solo tu y yo || Pedri Gónzalez

capítulo 29 papelito

Pedri

—¿eso que ha sido? Creo que es una flor o un corazón ¿no?— me doy la vuelta para mirarla después de haber terminado de dibujar el quinto dibujo en mi espalda.

—bueno si, es una flor— dice rendida.

—si— apreto los puños y hago un gesto con los brazos celebrando mi victoria, después de haber perdido el primer dibujo, los otros los había adivinado todos.

—que mono eres— se ríe de mi.

—entonces como recompensa tengo muchos besos—

—muchísimos, hasta te vas a cansar— me toma de los hombros aun sentados en la cama los dos y me acerca a ella uniendo nuestras bocas. Sonrio cuando pienso que hasta ella estaba más emocionada en que gane para que me bese. Luego de eso, mientras nos besamos, me agarra por cada lado del abdomen haciendo que me incorpore un poco para que ella se siente a horcajadas sobre mi.

—nunca, nunca me voy a cansar de ti— digo en un escaso susurro separándome del beso para hablarle, ella sonríe ruborizada y vuelve a posar sus labios en los míos.

El beso es lento y suave, pero se intensifica cuando decido meter mi lengua en su boca profundamente consiguiendo acariciar la suya con delicadeza. En todo el cuarto solo se escuchan los característicos sonidos de nuestras bocas separándose y juntándose de nuevo. Eso me empezaba a exitar bastante.

Solana se separa de mi boca logrando ponerme más en esa situación cuando me tumba, me tumba en la cama quedando sobre mi para empezar a esparcir besos por toda mi cara como siempre lo hago yo. Yo apoyo mi espalda en el trasero de la cama sobre una almohada cuando me incorporo y ella está sentada sobre mi otra vez con cada pierna a cada lado de mi cintura.

—¿estas bien?— murmuro mirandola a los ojos.

—voy al baño, ahora vuelvo— dejandome con la palabra en la boca se levanta de sobre mi y se va directo al baño de la habitación.

Sin entender nada me levanto un minuto después poniéndome delante de la puerta para hablar.

—Sol, ¿todo bien? ¿Que pasa amor? ¿Te he echo daño? ¿Hice algo mal?— pregunto apoyando mi frente en la puerta intentando mantener la calma.

—Pedri...— la escucho sollozar dentro del baño. —lo siento—

—Solana, no entiendo nada, ¿por qué lo sientes? Todo iba bien, ¿estabas incomoda?— empiezo a tocar la puerta con mis nudillos.

—no estaba incomoda, parece que no te estaba gustando, me he quedado en blanco al verte hacer una mueca, que parecia ser de dolor, cuando quise... besarte en el cuello— siento que habla estando detrás de la puerta también.

—¿que? Sol enserio para nada es eso, no de verdad me encanta, me encanta cuando me besas y solo quería llegar a más contigo mi vida, enserio, claro que me estaba gustando y no era por dolor, o sea, ni siquiera sentí hacer eso, ¿seguro estas bien? ¿Sigues con la fiebre?—

—Pedri no, estoy bien— me alejo un poco cuando oigo el pestillo del baño y un segundo después la puerta abrirse dejandome ver a mi novia. —¿enserio? No se como puedo ser tan insegura— mira el suelo. —supongo que tengo miedo que...— me vuelve a mirar a los ojos.

—¿a que todo se valla a la mierda entre nosotros?— pregunto confundido.

—tengo miedo a que te canses de mi— acaricia con su mano su otro brazo haciéndome entender que esta nerviosa, cansado de la situación me acerco a ella lentamente cogiendo su cara con mis dos manos.

—hey, escúchame, nunca, nunca jamás en la vida me cansaré de ti, eres mi Sol, la pequeña gotita que faltaba para que mi vida esté bien, eres la luz que me ilumina y que me guía cada día, la persona y la única mujer que necesito en mi vida para estar tranquilo, porque cada vez que vuelvo del entreno y veo tus mensajes o cada vez que hay alguna fiesta y te veo entrar por la puerta con esas mini faldas o esos vestidos preciosos que te ves perfecta, o cada día que se que voy a pasar la tarde contigo, me doy más cuenta de que eres la paz de mi vida, la causa por la que sigo caminando con la cabeza alta y bien orgulloso, de mi y de ti, estoy orgulloso de ti, de que después de tantas cosas sigas siendo la más valiente, sigas haciendo e intentando hacer lo que sea para... para conseguir lo que quieres en tu vida— hago una pausa llevando mi mirada cada vez de un ojo a su otro ojo mientras que de mi sale una sonrisa.