Solo tu y yo || Pedri Gónzalez

capítulo 30 trabajo

Solana

Pedri sale del cuarto dejandome sola ahí con su móvil  mirando videos en tik tok, me salían algunos suyos en donde sonreía como una loca y otros super graciosos que miraba una y otra vez y cada vez me reía más.

Ahora mismo estaba mirando un edit del barça que me había salido y escuché mi móvil empezar a sonar así que deje el teléfono de Pedri sobre la cama y empecé a buscar mi móvil que el sonido venía desde la mesita de noche que estaba a mi lado, cuando lo cojo y leo lo que estaba escrito en la pantalla, veo que era Ona la que me estaba llamando (la mejor amiga de Nayla)

—¿hola? Ona ¿todo bien?— empiezo preguntando eso porque en verdad casi nunca me llamaba.

—¡hola Sol! Si todo bien, de echo te tengo una noticia increíble— parecía contenta.

—dime— me acomodo sobre la cama esperando que la noticia sea buena de verdad.

—¿recuerdas que me habías dicho hace tiempo que te gustaría trabajar en algún lugar?— sonrio como una boba pensando lo que puede ser y asiento.

—si, ¿como me voy a olvidar de eso?—

—¿aún te gustaría?—

—la verdad si—

—¡pues ya tienes trabajo! ¡en la cafetería de mi padre!—

—¡¿que?!— me levanto de inmediato sin poder creérmelo.

—¡si! Se lo he dicho cuando me acorde y acepto enseguida, le encantaría que trabajes para el encima que le caerás super bien ya que eres la prima de Nayla— encontré eso lógico porque el padre de Ona conocía a Nayla perfectamente.

—¡no me lo puedo creer!— chillo contenta empezando a saltar, en el suelo porque no quería hacerlo sobre la cama de mi novio.

—¡estoy super contenta por ti! ¿Quieres?—

—¡pues claro que quiero!— contesto ilusionada saliendo del cuarto como si ahora mismo mi cuerpo no esté lleno de puntos de varicela y como si no tuviese la regla. Bajo las escaleras descalza y sigo corriendo y saltando cuando llego al salon-cocina donde se encontraban Fer y Pedri.

—¡joder los calcetines que estas mal!— me grita Pedri pero no le hago caso porque sigo corriendo por la cocina haciendo círculos al rededor de ellos.

—¿estas bien?— pregunta Fer mirándome confundido pero riendo.

—Muchas gracias Ona— me paro para respirar y le hablo a Ona.

—de nada, los horarios serán cuando tengas libre por la universidad y eso—

—vale, gracias—

—también ha dicho que cuando tengas libre puedes venir y ya, no hace falta horarios precisos—

—mejor, muchas muchas muchas gracias— digo contenta y escucho que ríe, los dos hermanos me miran sonriendo pero sin entender nada.

—¡de nada!—

—adiós Ona—

—adiós— cuelga.

Sonrio y cojo una profunda respiración antes de gritar.

—¡tengo trabajo!— digo alargando la o con los brazos abiertos.

—¿¡qué!?— Pedri es quien reacciona primero y me precipito a sus brazos saltando sobre el y abrazandolo rodeando con mis piernas su cintura.

—¡que la niña tiene trabajo!— chilla Fer mientras que yo solo estoy a casi atragantar a mi novio.