La Modelo ━ Peso Pluma

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27 de Abril| Los Angeles.
“Que nombre tan raro”

━ Mackenzie Barker.

Mudarse a Los Angeles a los 17 años parecía un sueño hecho realidad. En parte, lo fue, pero también fue difícil. Ser modelo fue mi sueño hecho realidad; todo lo que hice y sufrí valió la pena por obtener lo que actualmente tengo. Es un orgullo que supermodelos como Naomi Campbell y Shalom Harlow me llamen "La supermodelo de la generación". ¿Soy una de ellas? Jamás tendré su potencial, pero me he esforzado, y es bueno saber que la industria lo aprecia.

Mi vida, dejando a un lado mi trabajo, la he sobrellevado. Me alejé de mi familia, que vive en México, ya que ellos no aceptaban que fuera modelo.

"Con eso te vas a morir de hambre"

Eso es lo que la mayoría me decía. A pesar de eso, jamás me olvidé de ellos; sigo visitándolos las pocas veces que puedo. Tenía miedo de que me vieran desnuda en los primeros shows que tuve; fue una gran vergüenza para mí. Pensé que me odiarían. Al principio, mi madre se molestó, pero comprendió que era mi trabajo. Con ella tengo mejor relación, me comprende y le tengo confianza, y me duele no verla casi nunca.

—¡Hey, Mackenzie! —dijo mi amigo Tom. Lo conocí en México mientras ambos estudiábamos en la preparatoria. Se vino a vivir conmigo a LA para cuidarme, según él. —¿Estás bien? Te fuiste bien feo, seguro ni escuchaste nada de lo que te dije.

—Uhmm no, perdón. He estado un poco distraída estos días. ¿Qué me decías? —dije levantándome de mi asiento para ir por más café. —¿Quieres más? —Él negó con la cabeza.

—En realidad, no te estaba diciendo nada importante. Y sí, he notado que andas muy mensa, más de lo normal. —Recibió un golpe de mi parte en la cabeza—. ¡OYE! ¡Respétame, por favor! Soy mayor que tú y a los mayores se les respeta.

—Solo por unos meses, imbécil. Pero en serio, ¿qué estabas diciéndome? —Tomé un sorbo de mi café.

—En resumen, iré a México a grabar unas escenas, a Jalisco. El lugar exacto no lo sé. —Dijo dando una mordida a su pan.

—Eso es bastante bueno, pero... —No pude terminar lo que iba a decir porque tocaron el timbre. Fui a abrir y era Amelie.

—¡Hola, Ken! —Pasó y vio a Tom. —¡Hola, Tommy! —Fue corriendo a él y lo abrazó. Tom tardó en corresponder el abrazo.

—Hola, Amelie. ¿Cómo estás?... ¿Y qué haces aquí? —dijo fingiendo una sonrisa.

—Bueno, vengo a dejar unos papeles a Mackenzie. —Los sacó de su bolso y me los entregó. —Y bueno, también, aprovechando que están los dos, quería invitarlos a unas vacaciones a México. —Tom y yo nos miramos. —¿Qué pasa? Lo digo porque no han, bueno, no hemos tomado vacaciones y lo necesitan...

—Amelie, de verdad me gustaría ir, pero tengo que quedarme aquí. Sabes que es por mi trabajo —dije agarrando sus manos.

—Ay, Mack... —Suspiró. —Sé que tienes demasiado trabajo, pero unas pequeñas vacaciones no te caerán mal. —Se acercó a Tom y le dio un pequeño golpe. —¿Verdad, Tommy?

—En parte, Amelie tiene razón. Has trabajado mucho y te las mereces. Pero quiero decirte algo, Amelie. —Dio unas palmadas en la silla para que Amelie se sentara. —Yo iré a México a grabar unas escenas, y será en Jalisco.

—Podemos acompañarte; es un lugar muy lindo —dijo Amelie.

—Yo... La verdad no sé si sea buena idea —dije yo.

—Te serviría para ir a visitar a tu familia. ¿Hace cuánto no los ves? —dijo Tom, y yo abrí los ojos como plato. —Ay no, con tu cara dijiste todo. Necesitamos ir —Amelie dio unos pequeños aplausos.

—Está bien... —suspiré.

—¡POR FIN! ¡SUPE QUE IBA A CONVENCERTE! —Amelie me abrazó, y yo le correspondí. —Ahora sí, me largo. Solo venía a eso y, como lo conseguí, me voy feliz. Chau, mis amores. —Lanzó unos besos al aire, agarró su bolso y se fue.

—Amelie tiene algo en México y quiere que la acompañemos —dijo Tom.

—No entiendo, ¿a qué te refieres con 'algo'? —Tom rodó los ojos. —Menos así voy a entender, keko.

—Duh, Kenzie, es obvio. ¿Cómo un novio o alguien para verse, entiendes? Oh, tal vez...

—¿Tal vez...? —pregunté.

—No para ella. Sino para ti. Conociéndola, es capaz de hacerlo. Dime, pequeña Mackenzie, ¿hace cuánto estás sin acción?

—¡Eres un estúpido! ¿Cómo yo...? —Empecé a ponerme nerviosa.

—Cálmate, Kenzie, era una broma.

—Pues no me gustan tus estúpidas bromas. Mejor hablemos de otra cosa.

—Mackenzie... —dijo Tom, y yo le respondí con un "¿Mmm?" —¿No sabes qué día es hoy, verdad? Mucho menos la hora.

—¿Por? —Me enseñó su celular, y yo me levanté corriendo y fui por mi bolso. Tardé como 15 minutos. —Mierda, mierda. Voy tarde al ensayo. Adiós, Tommy, al rato nos vemos, bye. —Cerré la puerta y fui corriendo hacia mi auto.

Afortunadamente, no llegué tarde, pero tampoco era la hora que yo quería llegar, porque la puntualidad es lo de siempre. Tuve unos ensayos para el siguiente show; modelaré para Versace. Donatella es una mujer muy agradable, me cae demasiado bien.

—Hola, linda. ¿Cómo has estado? —Me dio un beso en la mejilla. —Luces hermosa hoy. Bueno, todos los días.

—Muchas gracias, Donatella. He estado muy bien. ¿Y tú? —le sonreí.

—He estado muy bien, gracias por preguntar. Bueno, linda, quería que tú abrieras el show, y veré si también lo puedes cerrar. ¿Te parece?

—¡Me parece fantástico!

—Ok, entonces te dejo para que te acomodes y des todo —se despidió.

—¿Abrirás el show? —preguntó alguien, y vi que se trataba de la mismísima Kendall Jenner.

—Uhmm, sí. Eso me dijo Donatella.

—Me parece perfecto. Modelas muy bien, chica. —Me sonrió y se fue. Raro, pero no me quejo.

Después de varias horas, salí de ahí y ya era de noche. Fui al estacionamiento, puse la radio para distraerme mientras buscaba mi celular en mi bolso y le escribía a mi mejor amigo que ya iba para mi casa. Pasó una canción, "Rosa Pastel", de un cantante o banda llamado Peso Pluma. Un nombre raro a mi punto de vista. La pasé y puse otras canciones.

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Este fue el primer capítulo ;))
Perdonen si hay faltas de ortografía.
La Mackenzie ya medio supo del Hassan akjkajak.