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20 de Mayo | Los Angeles.
“Him”

Mackenzie Barker.

Cuando ya todo estaba listo y faltaban pocas horas para que empezara la celebración, todos, principalmente Amelie, se fueron a vestirse. Yo tardé un poco más ahí. Después, Amelie me dijo que un chófer me llevaría a casa, y así fuimos en el tardado camino hacia mi casa. No me malinterpreten, vivir casi afueras de la ciudad es lindo porque es muy tranquilo, pero también en parte es fastidioso porque queda alejado de todo. Faltaba menos de una hora para la fiesta y apenas estaba llegando a casa.

— ¿Mackenzie, pensé que ya te habías ido a la fiesta de Amelie? — dijo Martha al verme.

— De hecho, vengo llegando y apenas me arreglaré ja.

— ¿Ya sabes lo que te pondrás?

— Sí, ya tengo eso preparado. Solo falta bañarme, maquillarme y hacerme un peinado — moví mis dedos.

—Aunque no lleves maquillaje, tú lucirás linda —sonrió.

—Muchas gracias, Martha, pero ya me voy porque sino se me hará tarde.

— ¿Necesitarás algo en la noche? — negué — Entonces vendré en la mañana, espero que todo salga bien y que te diviertas — me dio una mirada pícara y tardé en entender por qué lo dijo.

— Hasta mañana, Martha — subí rápidamente las escaleras y así como llegué a mi habitación, fui hacia mi clóset buscando el vestido que me pondría.

Es un vestido color café claro con detalles negros, ajustado al cuerpo, que combinaré con unos tacones negros que van perfectamente con él. Voy al baño y tiro la ropa que traía puesta. Termino y voy con la secadora para mi cabello. Quité la bata que traía, quedando en ropa interior, y me puse el vestido y los tacones. Empecé a maquillarme, optando por no exagerar, como sugirió Martha. También me hice un peinado sencillo pero bonito. Me miré al espejo y me sentí muy bonita, me gustó mucho cómo me veía.

Tomé mi bolso y salí de mi casa, iba hacia mi auto cuando una voz me sacó de mis pensamientos.

— ¿Lista, señorita? — Puse una mano en mi pecho — Lamento asustarla.

— No te preocupes, solo se me olvidó que venías conmigo. No te ofrecí nada, lo siento.

— No pasa nada, señorita. La señora Martha me dio algo para beber — Suspiré — Déjeme decirle que luce hermosa.

— Muchas gracias — le sonreí.

— No hay de qué, ¿nos vamos? — Asentí, y él me abrió la puerta, a lo cual subí. Cuando llegamos, le dije que no era necesario que se quedara, ya que me iría con Amelie, y él aceptó irse.

Sí, llegué tarde. Amelie me había comentado que algunos de sus amigos cantantes iban a cantar hoy. Cuando llegué, me llevé una gran sorpresa: era Peso Pluma cantando "Rosa Pastel", la canción que escuché en la radio. Así que esta era la sorpresa del tonto de Tomás, maldito.

Vi a Tom, Amelie y a otro chico que también era amigo de Tom y de Peso Pluma, Natanael Cano. No me acerqué a ellos. Amelie y Tom me vieron, y los saludé, pero no estuve mucho rato con ellos ya que fui a saludar a otras personas.

Después de un rato, quería algo de beber, así que decidí ir a la barra cuando me topé con Peso Pluma.

— Cantaste muy bien esta noche — dije, y él volteó a verme. Él no dijo nada, pero su mirada fue desde mis pies hasta mi cara — Soy Mackenzie, Mackenzie Barker — Me acerqué un poco más a él.

La Modelo ━ Peso PlumaWhere stories live. Discover now