El cielo iba adoptando colores de diferentes tonos. El sol iba acercándose poco a poco al horizonte, el aire fresco llenaba sus pulmones y lo maravillaban cada vez más. Sus cabellos rubios se menearon con el viento y su cuerpo se elevó unos centímetros del suelo en cada salto.
— ¡Jimin! — escuchó el grito lejano, indicándole que debía acelerar su paso si quería llegar a tiempo con su familia.
Volvió a ver el cielo, parecía casi imperceptible debido a los arboles gigantes que rodeaban el perímetro. La naturaleza causaba un sentimiento indescriptible en su corazón, sobre todo aquel bosque, el cual muchos decían que estaba maldito.
— Mira la hora que es — reclamó uno de sus padres. Su cabello rubio era similar al de Jimin, su estatura y alguna de sus facciones habían sido heredadas del omega — no me digas que te distrajiste con algún animal en el camino.
— Es imposible no retrasar mi caminar cuando veo tantos animales hermosos y tiernos— se excusó mientras tomaba asiento en una de las sillas plegables — estar en el bosque es maravilloso.
— Tu padre apenas pudo convencer al gran alfa para que nos dejara acampar en el bosque, así que no hagas alguna travesura mientras nos instalamos aquí, ¿de acuerdo?
— De acuerdo — le restó importancia al asunto—. ¿Cómo va la instalación de las carpas? ¿Por fin aprendieron a levantarlas sin mi ayuda?
— Tu padre y tu hermano están esforzándose mucho, no deberías burlarte de esa forma — acarició la mejilla de su hijo y le dedicó una sonrisa — ¿Por qué no me ayudas a encender la fogata mientras tanto? Conociendo a esos alfas, no creo que se dejen ayudar por nosotros.
Jimin volvió a reír con diversión antes de ayudar a su padre con los alimentos y la fogata. La mañana se había pasado volando, apenas si empacaron todo lo necesario antes de instalarse en el bosque y llevar a cabo esa pequeña noche de campamento. Los alfas de su familia siempre se encargaban de las tareas más difíciles y pesadas, debido a su fuerza e inteligencia. Sin embargo, cuando se trataba de instalar el campamento por completo, el más adecuado allí era Jimin.
Los alfas de la familia eran Park Chanyeol, el padre de Jimin, y Park Taehyung, su hermano mayor. Ambos tenían el cabello azabache y eran más altos que el rubio. Su otro padre se llamaba Park Baekhyun, quien siempre cuidaba de la familia y se encargaba del hogar, junto a su único hijo omega. Todos se ayudaban y querían mutuamente, sonreían a cada momento, se trataban con amabilidad y se mantenían juntos. A pesar de ser parte de la gigantesca manada Park, ellos no tenían mucho poder en el pueblo. Chanyeol era primo del gran alfa de la manada, pero no eran tan cercanos, debido a una antigua riña entre sus familias.
Aun así, Jimin era feliz junto a su familia en una casa humilde y llena de alegría.
No obstante, existía un problema con el menor.
Al ser el único omega varón de su generación, los altos mandos de la manada le habían destinado unirse al hijo del gran alfa de la manada. Consideraban que Jimin era un regalo de los dioses por haber nacido omega y deseaban que su sangre bendecida se entrelazara con la familia del gran alfa y dieran cachorros fuertes y hermosos.
Y eso era algo que él no aceptaba. No quería vivir atado a una persona que no amaba. Ni siquiera habían mantenido una conversación adecuada desde que sugirieron aquella "unión" en la Asamblea de la manada. Jimin se rehusaba a cualquier posibilidad de contraer matrimonio con los hijos ególatras del gran alfa y, peor aún, tener cachorros.
Aunque aquello representaba un problema grande para el rubio, él tenía en mente otras preocupaciones. Por ejemplo, el hecho de haber alcanzado la edad adulta y no poder adoptar la forma lobuna de la que tanto se vanagloriaban los cambia formas.
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Can you hold me? ; kookmin.
Fanfiction[Omegaverse] «Jeon Jungkook perteneció siempre al bosque. Park Jimin perteneció siempre a la vida en el pueblo. Un alfa y un omega que nunca supieron que estaban destinados el uno al otro. Dos jóvenes que unen su vida de manera inevitable...