Finale.

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La noche era eterna, los guardias perduraban resguardando la torre más alta del castillo, impidiendo que el prisionero que se hallaba entre ambos barrotes pudiese escapar. El príncipe se hallaba melancólico y triste, sus cabellos habían crecido sin cuidado, su vestimenta estaba sucia y su rostro ya no tenía aquel brillo hermoso que lo caracterizaba.

Un simple ruido lo alertó, el sonido de las paredes destrozándose lo intimidó, pronto las rajaduras se abrieron y se desbordaron de la construcción, un pedazo de la pared resultó retirado de forma abrupta y pronto el frío de la noche se coló a través de la habitación. El príncipe abrazó su cuerpo y resguardó su vientre, temiendo por lo que podría estar fuera. Esperó unos segundos, otro pedazo de construcción fue arrancado, ahora existía una abertura grande en ese lado.

Un pequeño ruido se escuchó y el cuerpo de un hombre ingresó, su respiración agitada y sus ojos de color azul intenso lo recibieron.

— J-Jungkook...— murmuró con sorpresa, aún no creía lo que estaba pasando frente a él.

— Mi príncipe— se acercó hasta el más bajo y abrazó su cuerpo. Rápidamente fue correspondido, alterando más a su corazón— no sabes cuánto te extrañé.

— Yo también te extrañé— respondió en cuanto volvieron a mirarse— te necesité tanto, mi amor. Estaba... creí que moriría si seguía un día más sin ti.

— Estoy aquí— se besaron incontables veces, reemplazando la soledad y frialdad de sus labios por un sentimiento de unión esplendoroso— siempre estaré aquí, siempre estaré para ti. Eres el amor de mi vida.

— Te amo, te amo, te amo— volvió a besarlo, el sonido de los guardias tratando de abrir la puerta se escuchó cerca de allí—. ¿C-Cómo rompiste la pared?

— Los dioses me dieron la fuerza necesaria para poder rescatarte de aquí y llevarte lejos— la puerta estaba siendo manipulada, podía escuchar los pasos de varios hombres movilizándose hasta la habitación— tenemos que irnos de aquí.

— Ellos nos matarán si nos atrapan...— el miedo lo invadió, estaba seguro de que en cualquier momento les darían muerte si llegaban a tocarlos.

— Solos tú, yo y nuestro bebé— tomó sus manos— huiremos a otra manada, nos alejaremos para siempre de aquí y viviremos felices. Lo prometo, mi amor, si vienes conmigo te protegeré.

— Iría contigo hasta el fin del mundo— compartieron un último beso— juntos, hasta la muerte.

El castaño cargó a su pareja en brazos y saltó con él desde la torre. Ambos cayeron sin ningún problema en la hierba y empezaron su escape. A pesar de que varios hombres los persiguieron incesantemente, ellos no se detuvieron.

Seguirían corriendo, si eso significaba poder salvar a su bebé.





𝒞𝒶𝓃 𝒴𝑜𝓊 𝐻𝑜𝓁𝒹 𝑀𝑒?

Las hojas iban quedando bajo sus pasos, el crujir de ramas y el sonido de sus pies presurosos eran los únicos existentes en el amplio bosque. Sus manos no se alejaron en ningún segundo; aun cuando el dolor invadía el cuerpo del menor y lo impulsaba a caer, éste no se detenía. Tenían que llegar a la manada Jeon y escapar de sus perseguidores.

Can you hold me? ; kookmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora