VI

40 5 3
                                    


Aizawa Shota es un hombre cansado. Si no se nota por su actitud, sus propias ojeras pueden servir como prueba, y todos sus conocidos pueden corroborar a tal afirmación.

Por lo que, cuando llegó a casa después de uno de sus muchos turnos como héroe nocturno, no le dio muchas vueltas a cuando su gato no apareció, y se fue a dormir.

Después de todo, no es la primera vez que su gato desaparece por un rato, siempre vuelve al final del día.

Bien, pues resulta que esa norma se ha ido a la mierda.

Su gato todavía no había vuelto, y ya era la tarde del día siguiente. Mientras se tomaba un café, comenzaba a pensar sobre la posibilidad de comenzar a poner carteles para poder encontrarlo.

Pero no hizo falta, ya que su móvil comenzó a sonar.

- Diga. - dijo con su voz grave.

- ¿H-hola? - le contestó una voz más aguda y joven. - He llamado al nu-número de aquí y-

El muchacho se cortó un momento para poder aclarar su voz

- He encontrado a su gato. - dijo con más firmeza.

- ¿Has encontrado a Etsu? - dijo con algo de interés, arqueando una ceja.

- Sí, está conmigo en mi piso. - dijo con voz más temblorosa, perdiendo la confianza de hace un momento.

Adolescentes.

- Bien, gracias. - le contestó él. -¿Podrías darme tu dirección para ir a buscarlo?

- Oh, sí, claro, por supuesto. - se aseguró el afirmar el chico. Muchas veces. - Vivo en...


...


Cuando el chico le dijo su dirección pensaba que todo esto era una llamada de broma, y por eso el chico estaba tan nervioso. Pero después de preguntarle varias veces y no sentir alguna mentira, decidió ir (además de que él es un héroe con experiencia, no cree que pueda hacerle ningún daño ir hasta donde le indicó).

Resulta que su gato había decidido quedarse con un niño del piso de abajo.

Raro.

A Etsu no le gustan las personas. Es por eso que se llevan tan bien.

Así que, después de bajar las escaleras, timbró y esperó a que la puerta fuera abierta para poder coger a su gato e irse.

Claro que no esperó ver justo a ese muchacho al abrir la puerta.

Algo bajo, con ropa ancha y piel rosada. Ojos del mismo color que el chocolate con algunas pecas esparcidas por sus mejillas, y un pelo castaño medio ondulado muy, pero que muy alborotado.

Era justo como lo había descrito Tsukauchi.

Bueno, hecho más desastre que como lo describió el policía incluso, pero igualito.

- B-buenas tarde, señor. - dijo el muchacho con voz temblorosa. - ¿Es usted Aizawa Shota?

El héroe asintió.

- ¿Y tú eres...? - le dijo él, con una ceja arqueada.

- Oh, claro, no me he presentado. - dijo, con las mejillas algo coloreadas por la vergüenza. - Soy Peter, Peter Parker.

No cabía duda. Era el chico. 

- Oh, bueno, aquí es del revés. En ese caso, ¿soy Parker Peter...? - murmuraba el muchacho. - En fin, su gato está dentro. ¿Quiere pasar?

Aizawa asintió una vez más.

- Bien... - dijo el otro susurrando, algo incómodo.

El pelinegro observó la casa del chico mientras iba entrando. La casa no estaba hecha un desastre como lo estaba el chico. De hecho, estaba todo muy ordenado. Una pequeña televisión bastante limpia, la cocina recogida (con la excepción de un plato sucio en el fregadero), ni una sola miga en el suelo, y el sofá totalmente libre.

Bueno, a excepción de su gato.

Hablando del rey de Roma, Etsu se desperezó al ver a su dueño y se acercó a él con la cola en alto, ronroneando cuando llegó hasta su pierna y pudo restregarse contra esta.

- Así que aquí estabas, ¿eh? - murmuró el hombre.

El gran gato gris le respondió con un maullido y saltó a sus brazos, donde fue acogido sin problema alguno.

Una vez el problema principal fue solucionado, Aizawa quería saber más sobre el misterio con patas que los miraba con curiosidad.

- Tú... - empezó diciendo, con su voz algo ronca de no usarla. - ... Eres el chico que encontraron el parque hace tiempo, ¿no?

El chico (¿Parker, dijo que se llamaba?) se tensó ligeramente, y entrecerró los ojos, ahora siendo él el desconfiado.

- . - dijo. - ¿Cómo sabe usted eso?

- Tsukauchi me avisó de tu caso. Es un tanto extraño e inusual. - ante la mirada de alarma y duda del castaño, trató de explicar más para tranquilizarlo.- Soy un héroe. No muy popular. Suelo trabajar con él, así que nos podemos considerar de confianza en estas cosas.

- Oh. - fue lo que dijo el otro, todavía incómodo, pero más calmado.

- Supongo que fue por eso que hizo que te mudaras abajo.

- ¿Eh?

- Vivo arriba, Parker. Por eso llegué tan rápido.

Un silencio algo tenso recorrió la sala. Peter, nervioso, ya que no sabía que decir ante esa información, y Aizawa aburrido.

Al final, es el pelinegro quien rompió el momento, suspirando con cansancio.

- Si alguna vez necesitas ayuda, no dudes en llamar. Estoy a tan solo una escalera.

Sí, es verdad que Aizawa Shota es un hombre cansado, pero siempre hace tiempo para la gente que él considera importante. Escucha a Hizashi cuando este está cansado o irritado por gente no muy amable. Nemuri sabe que puede hablar con él cuando se cuelga de una chica o cuando le preocupa que algún seguidor de ella pueda causarle problemas. Tsukauchi sabe que no tiene problema alguno en escuchar lo que seguramente será un caso interesante. 

Como el de este chico.

El policía le había hablado muy bien de él, y en ningún momento se le pasó por alto los libros de ciencia, física e historia repartidos por los estantes, junto a su teléfono en la mesa del salón con una web abierta sobre análisis de quirk. Además de las noticias en la televisión.

Parecía un chico aplicado e inteligente, pero tenía que estar más perdido que un daltónico en la fábrica de Willy Wonka. Y con razón, por lo que le había contado su amigo policía.

A lo mejor le podía echar una mano. Es para lo que están lo héroes, después de todo, y ya enseña a muchos adolescentes en la UA. ¿Qué tan malo será uno más?

(Claro que esto lo dijo ahora, sin saber los poderes, la personalidad, ni la maldita manía del chico de poner a todos por encima suyo).

Peter, viendo la sinceridad del hombre en sus ojos negros, y queriendo fiarse del criterio del policía que le ha ayudado tanto, asintió con la cabeza:

- Lo tendré en cuenta, Aizawa...-san. Muchas gracias. - dijo con sinceridad.

Una pequeña sonrisa curvó la boca del chico, y Aizawa supo en ese momento porque su gato había tomado cariño del pequeño muchacho castaño en tan poco tiempo.

Era como un cachorro de golden retriever.

(Aizawa no lo sabía en ese momento, pero después acabaría cogiendo tanto cariño al muchacho como a su propio gato. O incluso como a su propio hijo. Pero eso se lo pensaba llevar a la tumba, junto a su receta para el café. Solo puede que ambas cosas solo sean descubiertas por el propio chico, claro).


You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jul 18, 2023 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Una araña entre héroesWhere stories live. Discover now