Los Johnson, una familia perfecta, hijos perfectos con las mejores calificaciones, todo era felicidad, los padres de aquellos niños confiaban plenamente en ellos, sabía que nada malo podían hacer, eran demasiado buenos que con tan solo verlos a sim...
Ni siquiera lo pensó mucho al oír la voz de aquel joven simplemente le hizo caso a la contestadora.
-lo lamento estaba intentado dormir...-al oírlo rápidamente tiro el celular sobre el sillón causando una curiosidad a Jack-¿que hacías...
-¡nada!-interrumpió llevado su mirada hacia el suelo
-esta bien, no importa-seria ridículo causar un problema por una ridiculez como esa, su celular no había dejado de sonar desde que se lo entregaron por lo que Jack pensó que Astrid solo tenía curiosidad.-Astrid...
-déjame hablar a mi-Astrid no dejaba de interrumpir a Jack cada que podía pero realmente estaba tan ansiosa que no pensaba en lo maleducada de era-nunca había conocido alguien como tú, estoy agradecida de que tú sea mi primer amor, me enseñaste muchas sensaciones extrañas que mi cuerpo jamás había sentido, contigo conocí "las mariposas en el estómago"-esto último diciéndolo con una leve risa-mi mamá me dijo una vez que las segundas oportunidades son para el pobre moribundo en busca de un rescate, no sé si esto este del todo bien pero puedo verlo en tus ojos... tu todavía me amas y yo también te amo por eso quiero darle una oportunidades más a esta relación, está vez lo haremos bien, confío en ti plenamente lo hago porque tuviste el valor de confesarme tus errores y se que estás tan arrepentido, Jack, todo será como antes.
Ante esto Jack se quedó unos largo segundo mirando fijamente a Astrid, no se esperaba eso, cuando vio a Astrid tocando la puerta de su casa estaba esperando que está lo golpeara o que viniera por los regalos que durante todo la relación Astrid le había obsequiado.
-astrid... lo agradezco...
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Los golpes de su padre, aunque justo en ese momento ya no dolían seguía impermado en su cuerpo y corazón, su padre siempre había sido rudo con Adriel pero nunca se había atrevido a ponerle una mano encima, mucho menos en la manera en lo que lo hizo, Adriel realmente pensó que moriría aquella tarde.
-debes comer bien, obedece para que no te regañen ni te castigues-en los ojos de su madre aun se notaba la tristeza no quería dejar a su bebé pero sabía que era la mejor decisión, a Astrid y adriel se les había dado todo en la vida, su vida era tan sencilla que nunca tuvieron que sufrir por dinero ni comodidad, la señora Johnson sabía que gran parte de este problema era su culpa quizás si les hubiera dejado su vida un poco más difícil, si no le hubiera dado todo su hijo no estaría apuntó de entra a una academia militar.
-lo haré-adriel dirigió la mirada a su padre que seguía en el coche mirando el volante, se preguntaba si su padre saldría a despedirse de él pero rápidamente se dio cuenta que no sería asi por qué al momento que su madre abrió la puerta trasera para sacar las cosas de su hijo el señor Johnson encendió nuevamente el auto.
