Bloody Night

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LA VISIÓN DESDE LOS TEJADOS DE KETTERDAM ERA ESPECTACULAR. Eileen lo sabía, casi siempre transitaba por esos tejados para dirigirse a donde quería ir. Era una buena forma de que no la vieran, solamente pasaba por las calles cuando quería dejarse ver. Así se construyó el mito de la Mercenaria, una mujer enviada por la muerte a la que sólo se la ve cuando te llega la hora. Se dirigía a el Quinto Puerto, apunto de embarcar hacia Fjierda. Estaba nerviosa, la idea de volver a entrar en una cárcel la repugnaba, le traía malos recuerdos, recuerdos de guerra. Saltó el último tejado y se encaramó a la barandilla de un balcón, lo que vió desde allí casi le hizo caer desde su escondite. Los cuervos estaban siendo atacados, sin pensárselo abrió el broche en forma de Fénix que sujetaba su capa, guardo el broche y se deshizo de la capa, dejando al descubierto su cuerpo lleno vainas con armas. De estas sacó dos espadas cortas y saltó desde el balcón quedando en el centro del barco.

--- ¡ES LA MERCENARIA! --- gritó alguno de los atacantes.

Se hizo silencio, la expresión de Eileen era dura y siniestra otra vez adoptando el papel de la Mercenaria. Su cabello rojizo estaba suelto y el viento movía sus rizos rebeldes. Sus ojos resplandecían demandantes, demandantes de sangre.

--- Juguemos.

Se abalanzaron sobre ella, sus espadas empezaron a atravesar cualquier cuerpo que se le acercara, la sangre le manchó las manos, la Mercenaria había salido y Eileen no sabía si la podría controlar mucho tiempo más. Cuándo acabó con todos ellos, saltó y empezó a trepar por el mástil. Desde allí tenía una visión perfecta de la situación. Era horrible, Jesper disparaba mientras Wylan se intentaba esconder, Nina utilizaba sus poderes de Grisha para matar a todos los que la intentaban atacar. Brekker tenía problemas, le superaban en número. No lo pensó, no sabía que la impulsaba pero en un instante sacó un rifle de larga distancia. Apuntó.

Clic.

Brekker vió como el hombre que lo atacaba se desplomaba en el suelo. Vislumbró a la Mercenaria subida en lo alto del mástil principal sujetando aún un rifle. " Me ha ayudado, ¿Porqué?". El contacto visual se rompió cuando se oyeron gritos.

--- ¡El Espectro! --- coreaban las voces.

Entonces Eileen vio a Inej subiendo a lo alto de una pila de barriles, apunto de cometer una locura, estaba herida de muerte. Debía ayudarla, no por gusto. Eileen no ayudaba a nadie, el Barril le había enseñado que ningún favor es gratis. En cambio algo le decía que tenía que hacerlo. Se colgó el rifle en la espalda y se deslizó por una cuerda gruesa que sostenía las velas hasta llegar al suelo.

No tenía mucho tiempo, aquellos hombres intentaron impedirle el paso pero no pudieron. Era como una ráfaga de viento, por mucho que la intentarán atrapar se les escapaba de las manos. Wekvelt siempre había sido así de rápida. Su hermana decía que ella era como un tornado, capaz de destruir, pero a su paso dejaba calma y un recuerdo imborrable para aquellos que lo vivían. Empezó a escalar la pila, un hombre le agarró una pierna y la estiró hacia el suelo. " No, no ahora" Intentó librarse pero no podía. Finalmente cayó y le vió el rostro mientras se levantaba.

--- Oomen --- se notaba el desprecio en la voz de la chica.

--- Vaya Mercenaria, ¿Vas a ayudar a tu amiguita Suli? Pensaba que no le tenías lealtad a nadie, te estás ablandando.--- la cogió del cuello y a Eileen se le cortó la respiración cuando notó que sus pies no tocaban al suelo.--- Que pena...--- la joven se retorcía al ver sacaba una pistola, le disparó, pero erro el tiro y la bala fue al hombro de la Mercenaria.

--- La gente solo me ve cuando está al borde de la muerte.--- Aprovechando la distracción, le clavó una daga a tientas, ya que no podía bajar la cabeza, su agarre se debilitó y tuvo que bajarla, Eileen le había clavado la daga en el estómago.--- Nos vemos en el infierno.

Broken Souls | Kaz Brekker✓Where stories live. Discover now