Ghosts of the past

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EILEEN VOLVÍA ESTAR SUBIDA A UN ÁRBOL, desde pequeña siempre intentaba subir hasta las copas más altas de los árboles del bosque, sus hermana le había enseñado a escalar y ella hizo lo mismo con su hermano. Ahora era diferente estaba vigilando el horizonte.

--- Se acercan.--- avisó.

Se refería al carro de los prisioneros, los demás estaban escondidos entre los arbustos. Ella empezó a bajar del árbol para colocarse en posición.

---Sin llantos.--- empezó Jesper.

--- Sin funerales.--- la Mercenaria se quedó callada. No quería vincularse tanta al grupo. Debía continuar con su plan, cuando salieran de la Corte de Hielo los mataría y se quedaría con todo el dinero.

Aunque sin quererlo ya lo estaba haciendo.

--- Uff.--- suspiró cansada de sobre pensarlo todo.

Recordaba la charla que tuvo con Brekker la noche anterior. Comprendía a Kaz, sabía lo que era perder a un hermano. Era extraño, ella por un momento había sentido que él la entendía, que había surgido una pequeña conexión entre ellos.

"Tonterías"

Salió de sus pensamientos al ver a Kaz, algo no iba bien. Ya había forzado la cerradura y había abierto la puerta, pero estaba actuando muy lentamente. Algo había dentro de ese carro que no era normal.

--- ¿Que le pasa?--- preguntó Matthias extrañado.

Todos se miraron.

--- Hay que continuar con el plan.--- habló la Mercenaria y los demás asintieron.

Dejaron inconscientes a siete presos y se vistieron con su ropa, Kaz hizo lo mismo pero Eileen notó que estaba empalideciendo. Entraron y empezaron a ajustarse las esposas, mientras tanto Kaz volvía a cerrar la puerta. Estaba siendo muy lento, si continuaba así los verían. Cuando por fin os cerró se sentó al lado de Eileen y empezó a ponerse sus esposas. Ella vió que seguía llevando sus guantes.

---¿Estas bien?

--- S-si.--- consiguió decir.

¿Kaz Brekker había titubeado? Algo iba mal.

El carro daba fuertes frenazos. Todos los prisioneros se agarraban a lo que fuera para no caerse. Kaz estaba rodeado de ellos. La chica vio que le costaba respirar. Intentó quitarle a esos prisioneros de encima pero era imposible. Lo único que se le ocurrió fue agarrarle la mano. I lo hizo. Cogió la mano enguantada de Kaz, él se dió cuenta pero no reaccionó mal. Al contrario apretó su mano como si dependiera de ello. Como si esa mano lo estuviera ayudando, esa mano era lo único a lo que se podia sujetar para no ahogarse entre los cuerpos otra vez. Volvieron a frenar y sus manos se separaron, algunos prisioneros quedaron encima de él. Entonces pasó.

Kaz Brekker, el chico más letal del Barril, se desmayó.

Kaz Brekker, el chico más letal del Barril, se desmayó

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Broken Souls | Kaz Brekker✓Where stories live. Discover now