Fjierda

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NO ERA UN SUEÑO, ELLA ESTABA AHÍ. Había pasado todos estos días pensando en ella. Algo dentro de de él temía la muerte de la chica. No sabía porque pero desde hace días algo crecía dentro de él. Un sentimiento desconocido, pero lo intentaba ignorar. Lo volvía a sentir, estaba viva.

--- Hola Brekker.--- Dijo ella.

--- Mercenaria...

Hubo un largo silencio, pero por alguna extraña razón no era incómodo. Otra vez los ojos pardos de Kaz se fusionaron con los verdes de ella. Como la noche en la que se conocieron. Se empezaron a oír unos gritos pero ellos eran ajenos al mundo, sólo estaban los dos. La voz se hizo más fuerte y ellos salieron de esa rara ensoñación.

---¡Hemos llegado! --- gritaba, era el capitán.

Se separaron a la vez. Era cierto, estaban en Fjierda. Una enorme extensión de hielo y nieve se erguía delante de ellos. Bajaron los últimos del barco. Ante las extrañas miradas de los demás al verlos juntos.

--- Habéis tardado mucho, ¿Se puede saber que hacíais?--- preguntó el fjierdano, aunque era una pregunta que todos se hacían.

--- Helvar... Tengo tu indulto y en cualquier momento lo puedo romper, yo que tú pensaría mis palabras.--- advirtió Kaz mientras le echaba una mirada asesina. Después de eso empezó a caminar y todos le siguieron. Menos el y Eileen.

--- Planeabamos tu muerte.--- dijo simplemente Eileen.--- Como continúes preguntando cosas que no te incumben pondré ese plan en marcha.--- Era una de la típicas amenazas de la Mercenaria, pero las decía con tanta dureza en su mirada que hacía que todos la creyeran.

Inej fue la única que escuchó lo que dijo la Mercenaria. "Son iguales" pensó mientras reía." Harían buena pareja". Esperó a que la pelirroja llegara, quería hablar con ella. Estaban adentrándose en un campamento de balleneros, aprovechó las sombras para esconderse.

--- Creía que te quedó claro que a mí no me puedes engañar, Inej.--- Estaba detrás de ella, un escalofrío recorrió su espalda cuando dijo su nombre.

Salieron del escondite, y empezaron a caminar detrás de los demás.

--- Es evidente que no me espiabas por diversión. --- La miró con sus ojos verdes.--- Habla.

--- Estoy agradecida de que me salvaras, en parte quería hablar contigo para decir eso, pero ¿Porque? No es algo que haría la Mercenaria.

"Por encima de ser la Mercenaria también soy una persona, aunque no lo demuestre."

--- Para salir de la Corte de Hielo viva té necesitaba, no podías morir.--- Dijo. No quería demostrar sus sentimientos a nadie, eso la debilitaría.

--- Entiendo...--- Estaba un poco decepcionada.--- Igualmente gracias.  Has arriesgado tu vida por mi, en ese momento pensé que te habían enviado los Santos.

"No me lo recuerdes, arriesgué demasiado. Pero no me arrepiento."

--- ¿Yo enviada de los Santos? --- se rió, no con la risa falsa de la Mercenaria, si no con la de la verdadera Eileen, por un momento se quitó esa mascara que años antes le habían obligado a ponerse.--- Creo que soy todo lo contrario, un demonio que se escapó del infierno.

Inej también se rió, era como si se como se se conocieran desde siempre.

Siguieron hablando hasta que oyeron una de las habituales discusiónes de Matthias y la Mortificadora. Entonces se acercaron a escuchar.

--- No me vuelvas a dirigir la palabra.--- decía ella.

--- Los Grisha son monstruos.

--- Tus creencias si son monstruosas.--- Intervino Eileen.--- Ese odio es irracional, los fjierdanos en el fondo los temen. Tienen miedo de lo que un Grisha les pueda hacer.--- hizo una pausa y se acercó más a Matthias.--- Es ridículo temerles más que a mí, a mi lado puedes
morir en cualquier momento.--- Esto último se lo susurró en el oido.--- Helvar se estremeció.

Broken Souls | Kaz Brekker✓Where stories live. Discover now