CAPÍTULO 49

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-Los Arcanos surgimos como un grupo formado originalmente por personas que considerabamos que el conflicto entre Ascenvakir y Devakir no tenía parte buena ni mala. Nos dejamos contratar en secreto, vendimos información a unos y otros. Matamos, torturamos. Nos llenamos de dinero. Pero, nuestra intención no era enriquecernos, sino que era hacer la guerra tan igualada, que ambos bandos se viesen obligados a pactar la paz en términos semejantes. Así surgimos, fracasamos, sí. Los ideales de igualdad pese a las razas, los linajes y las castas de los demonios se perdieron. Nuestro objetivo era crear un mundo libre, con las leyes de los Ascenvakir que restringen a todos de hacer lo que quieran y la libertad e igualdad necesarias para la vida digna de los Devakir. Aún seguimos queriendo eso, por eso esta posible guerra podría traer ese equilibrio de ideologías.-

Eleanor interrumpió al príncipe.

-Entonces, queréis la guerra.-

Alahrun la corrigió.

-Nunca quisimos una guerra, llevamos siglos creando una sociedad lo más justa posible. He generado leyes en mi corte que hacen tener derechos mínimos a los de casta más baja. He liberado a todos los Mortales esclavos.-

Viktoria entonces dijo:

-En mi Mercado Negro, hay libertad legal de comercio, pero no se permiten las estafas. Aunque sí las apuestas legales, cuando los Ascenvakir las tienen prohíbidas.-

Sarah entonces dijo:

-Todo eso está muy bien, pero sin un cambio de poder no llegaréis a nada.-

Wimmug le advirtió:

-Estás hablando como un miembro de Eclipse.-Sarah calló avergonzada y Alahrun concilió el asunto.

-¿Veis? Es difícil moverse en el mundo de las ideologías. Sería más rápido matar a los líderes y cambiarlo todo. Pero eso genera muertes inocentes; revueltas, los cambios se introducen mejor periódicamente, son adquiridos mejor que de golpe; genera rivales, que querrían estar más arriba que otros en el nuevo poder. Genera demasiadas variables. Hay que moverse con pies de plomo, por eso hasta ahora los cambios han sido mínimos. Por eso pensamos que esta guerra, podría tener un buen tratado de paz, si actuamos correctamente.-

-Pero los demonios querían quemarlo todo, los Ascenvakir querían masacrar a los demonios. ¿Cómo vais a hacer para que eso no ocurra?-

Viktoria contestó.

-Si ambos reyes llegaran a un acuerdo, todo se calmaría. Las razas en su mayor parte seguirán a quien porte su gema sagrada.-

Eleanor recordó las cinco gemas. Rubí de Devakir, Topacio de Mortal, Esmeralda de Feérico, Zafiro de Tritón y Ópalo de Ascenvakir. Cada rey poseía una y eran veneradas por el poder mágico que otorgaba un estatus divino a sus portadores. Eran las mayores armas de Terra. Quien las portaba era el dios de esa raza, era el rey. Pero sólo podía portarse con la muerte de su actual portador y aún así, había quienes se separaban de la joya. Su propio linaje y el de los vampiros lo habían hecho, claro que ahora eran los más débiles. Había sido a un alto precio.

Sarah cambió de tema, odiaba la política.

-¿Quién está allí de los Arcanos que pueda ayudarnos?-

Wimmug entonces contestó:

-Cressia, una hada vidente se encuentra en el Puerto Negro. Será la primera que tenga noticias. Si ocurre algo nos advertirá enseguida.-

Eleanor se sorprendió por el hecho de que fuera vidente. Pero frunció el ceño:

-¿Podemos fiarnos?-

-Ciegamente.-Dijo Viktoria.-De hecho, tenemos un plan preparado para actuar cuando empiece la guerra.-

Sarah arqueó la ceja:

RAZAS, LINAJES Y CASTASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora