Capitulo XIII

902 78 10
                                    

"Mi casa..."

—Te lo digo enserio, ve a dormir -dijo con severidad el joven- no has dormido en tres días, además solo dormiste aproximadamente cuatro horas y antes de eso estuviste cuatro días sin dormir, hay modos más sencillos de caer en la locura o morir.

—Estoy bien, hoy dormiré un poco, ¿contento? -contestó la pelinegra- de momento me limitaré a beber y tal vez a...

No pudo seguir con su conversación porque un nuevo Omega se había acercado a ella, simplemente lo ignoró y mantuvo su plática con su amigo, después de todo ya era como el décimo Omega que invadía su privacidad en la última media hora. Cuando quería desestresarse era bueno que tantos estuvieran dispuestos, pero ahora el sueño sobrepasaba cualquier otra emoción.

O eso creía, hasta que un olor distintivo llegó hasta sus fosas nasales, de inmediato sus ojos fueron en dirección al aroma y la vió, Enid se acercaba a paso lento, no parecía tener ropa policíaca así que, esperaba poder convivir con ella y bajar aún más su guardia, después de todo, no podía intentar siquiera relacionarse con ella si es que aún sospechaba que era la Dalia Negra, realmente le interesaba Enid, pero no permitiría que se interpusiera en su trabajo y matarla no era algo que quisiera hacer.

Enid no tardó mucho en llegar a su lado y se extrañó cuando vio que un Omega se restregaba en Merlina, quien solo lo apartó, así que, Enid se sentó justo en el lugar entre ambos viendo al sujeto con una sonrisa, él solo hizo una mueca de enojo y se fue.

—Si desea intentar hacer lo mismo que él pierde su tiempo. -Merlina a pesar del tono monótono con el que habló estaba genuinamente conforme con la rubia a su lado-

—No haré eso, tenlo por seguro. -dijo con una sonrisa que desapareció un poco al ver a Tyler-

—Me retiro, nos vemos, Merlina -le habló a otro bartender y él se fue del lugar-

—Supongo que sigue molesto conmigo...

—¿Eso crees? -comentó sarcásticamente mientras Enid, intentando cambiar de tema, le pidió al bartender un trago- No entiendo para que lo atacaste, Enid.

La rubia se sintió nerviosa de pronto, era de las pocas veces que la llamaba por su nombre pero ahora se sentía distinto, el día que bailaron apenas llevaban poco de hablarse, pero ahora ambas estaban mucho más cercanas y Enid empezaba a confiar plenamente en Merlina, había demostrado ser alguien de confianza, la ayudaba en el caso y fue fundamental para que no fuera despedida, ahora creía que podía empezar a confiar más en la pelinegra.

—Yo... Verás, tu caso fue cerrado casi a las dos semanas de que se hizo -Merlina lo sabía pero fingió sorpresa pues detuvo su acción de beber licor y alzó las cejas, girando un poco su cuerpo en dirección a la rubia, dando a entender que se encontraba interesada en el tema- pero yo no podía dejarlo así, los padres de ese chico se veían totalmente destrozados y no podía permitir que su muerte quedara impune, así que, a pesar de lo que dijo mi jefe... Seguí investigando y ese día estaba muy desesperada, no había conseguido nada de información en meses y me dijiste que Tyler podría saber, por lo que, creí que si lo presionaba él me podría ayudar pero no dijo nada... No te metí en problemas con él, ¿verdad?

—Por supuesto que no, pero no comprendo porque explicaste tanto, solo pedí respuesta al ataque de Tyler, con decir que estabas desesperada era suficiente. -claro que sabía porque lo dijo, pero quería escucharlo de su propia boca-

—Porque he descubierto que no eres como la mayoría de niños ricos que he conocido, tienes tu carácter, claro, pero eres bastante amable, además, me has ayudado bastante y no lo negaré, te considero alguien muy guapa.

Justicia - WenclairWhere stories live. Discover now