Capitulo XXXVII

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"Duelo."

—Ya estoy lista, vámonos. -salió de la habitación y vió que sus hermanos estaban viendo como Merlina les enseñaba a caminar-

Merlina parecía instructora de modelaje caminando de un lado a otro con seguridad y explicando la importancia de la postura, además de la actitud y podría jurar que si sus hermanos tuvieran una libreta a mano estarían escribiendo todo lo que la Alfa les decía.

—Y si alguien los quiere intimidar simplemente veanlo fijamente, con seriedad y no retrocedan, mantengan una distancia prudente pero estratégica, son pequeños y delgados, así que eso les garantiza ser rápidos y ligeros, nunca busquen un conflicto a menos que sea estrictamente necesario, si ya los daña psicológica o físicamente es momento de actuar.

—Pero, ¿y si es un Alfa? -preguntó Eric viendo a Merlina intentando mantener la postura que la pelinegra les dijo-

—No importa quién sea, no deben permitir que nadie los denigre, ni siquiera alguien de su propia familia. -Merlina se sentó en un sofá individual y los miró- entonces, ¿cómo se van a mostrar?

—Seguros. -dijeron los dos niños-

—¿Y cómo van a caminar?

—¡Firmes! -y empezaron a caminar imitando el andar de Merlina, aunque algo torpes-

—Que tiernos. -en cuánto escucharon la voz de Enid ambos niños se encorvaron, la seguridad que tenían se esfumó tan rápido como llegó- ¡No, no! Sigan.

—Recuerden lo que les dije, nadie los debe de intimidar. -notó la mirada vacilante de los niños y habló- No está mal tener miedo, pero lo deben afrontar, ¡firmes!

—Firmes... -susurraron y algo tímidos, intentaron mantener la postura recta de antes-

—¡Bravo! -aplaudió Enid y Merlina les mostró el pulgar alzado en gesto de aprobación, provocando una sonrisa enorme en los niños-

—Bien, ahora sí, hay que irnos.

Los cuatro salieron del departamento y fueron hasta el vehículo de Merlina, en el camino Enid fue saludando a casi cada persona que se topaban, mientras que Merlina y los niños simplemente se limitaban a ir en silencio, ganándose más de una mirada pues los niños copiaban cada uno de los movimientos de Merlina, era como ver mini réplicas de la rubia pero con actitud de Merlina.

—¿Acaso hablas con todos en el edificio o que? -estaba acostumbrada a que la saludaran pero de un modo formal, nunca le gustó que la gente tuviera tanta confianza como la habían tenido el día de hoy-

—Con la mayoría, sí. -una vez en la salida del edificio, les esperaba el tipo del valet parking con el automóvil de la Alfa esperando por ellos-

—Su auto es genial, señorita Merlina. Es muy bonito, ¿le costó mucho conseguirlo?

—No, nunca he tenido problemas económicos. Este vehículo en particular es de los más baratos y no me agrada mucho, solo lo traigo cuando tengo más de un acompañante.

—¿Tiene más?

—Sí, algunos más. -se adelantó para abrirle las puertas a los niños y los ayudó a subir, para después ir al copiloto y hacer el mismo proceso pero con Enid-

—¿Por qué es un Alfa tan distinto? -preguntó Eric una vez que Merlina se subió al vehículo y encendió el automóvil listos para irse-

—Hay que ser fieles a uno mismo, si tú sientes que algo es correcto hazlo, si no, es tan sencillo como no hacerlo.

Tardaron aproximadamente cuarenta minutos en llegar con Divina y Yoko, la pareja las esperaba afuera con una sonrisa amable y se  mostraban muy entusiasmadas con conocer a los hermanos de Enid. Los cuatro bajaron del vehículo y los niños se escondieron rápidamente detrás de las adultas, apenas se estaban abriendo con las personas, no se habían acostumbrado aún a los adultos y ahora se quedarían con lo que olía como una beta y una Alfa. Mínimo con Enid tenían a alguien de su mismo rango, ahora debían quedarse con quién se les inculcó que eran sus superiores en todos los aspectos.

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⏰ Last updated: Mar 19 ⏰

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Justicia - WenclairWhere stories live. Discover now