PASE LO QUE PASE... TE AMO. (Raylla )

IV. EL PASADO DE SCYLLA (parte 2)

NOTA DE LA AUTORA:

Para algunas culturas antiguas, la sexualidad era algo sagrado; un camino para experimentar en el estado orgásmico a Dios; es decir, al Todo Omnipotente. Se tenía la convicción de que el placer y el gozo activaban la energía y era un medio para el crecimiento espiritual, un acto sublime donde lo físico y lo divino se unían. Como seres divinos encarnados en cuerpos físicos, el sexo era la forma de conexión entre lo físico y lo intangible. En síntesis, toda unión sexual era sagrada. Por lo tanto, debido a su sentido espiritual, el acto sexual no era vergonzoso y mucho menos morboso al ser realizado públicamente. Con el tiempo, y el surgimiento de las diversas doctrinas religiosas, se decidió darle un sentido profano y pecaminoso al sexo, ya que los líderes religiosos buscaban controlar a sus seguidores al imponerles el acto sexual como algo ofensivo, pecaminoso e indigno de Dios y convencerlos de que sólo ellos y sus doctrinas religiosas eran la única vía de comunicación con Dios.

Los escritores de Motherland Fort Salem, toman como base para el entorno de las brujas de Salem, algunas creencias y costumbres de doctrinas antiguas tales como la Celta y la Wicca. Se tienen muy pocos detalles de las costumbres y tradiciones celtas, pero se sabe que tenían entre sus celebraciones una fiesta el día de Beltayne, (1 de mayo), en la cual se iniciaba entre los Irish Gaél un mes de libertad sexual, denominado Cyann, festejando la unión entre el gran dios Cernunnos, representado con una gran cornamenta de ciervo, y la Madre Suprema, la Tierra.

Sin más preámbulos, procedamos al capítulo, que espero disfruten. Siéntanse en libertad de comentar o preguntar si tienen alguna duda.

En Fort Salem, se preparaban para festejar Beltane, para ello recibirían a un grupo de jóvenes brujos de un colegio dirigido por un hombre poderoso al que todos llamaban simplemente "Padre Brujo". Beltane, era una celebración colorida, bastante alegre, que se caracterizaba por la danza, la bebida y el sexo. La finalidad era aprovechar la energía emanada en ese día sagrado a través de la sexualidad, esto no necesariamente con fines de apareamiento, aunque también tenía ese objetivo. Si de la unión sexual ocurría un embarazo era mucho mejor, ya que significaba mayores probabilidades de que la bruja nacida de esa unión tuviera dones poderosos.

Tanto las alumnas como las maestras estaban emocionadas por ese día; la general Alder se preparaba para recibir a los apuestos jóvenes que se encargarían de unirse a las brujas en esa festividad importante, sin embargo, la presencia de hombres en un colegio exclusivo de mujeres no emocionaba a todas las brujas.

Scylla y Raelle caminaban de la mano por los jardines de Fort Salem, mientras esperaban la llegada de los visitantes.

—Así que ustedes no celebran Beltane.

—No. Es una fiesta de la vida, la fertilidad y la alegría, algo completamente opuesto a lo Necro.

—Entonces supongo que su única festividad es Samhain.

—Tampoco.

Raelle sonrió incrédula. —¿Qué no se supone que es el festejo en donde los espíritus de los muertos regresan al reino de los vivos? Eso es muy Necro.

—Te dije que la muerte era más compleja de lo que parece. La festividad no es para nosotros, de hecho, hay una ceremonia que hacen las Unidades que pasan a la Universidad de Guerra que consiste en enfrentar a un antiguo regimiento que regresa del más allá, recordando la noche que murieron sanguinariamente a manos enemigas. La misión de esas Unidades es mantener el fuego de una fogata encendido hasta la media noche ya que ese regimiento intentará apagarlo. Si las Unidades logran, entonces podrán hablar con una bruja muerta de su elección.

—¿Con cualquiera?

—Así es. Con cualquier bruja muerta.

Raelle se quedó pensativa. —De tener esa oportunidad, podría hablar con mi madre. ¿Con quién hablarías tú?