LUST| BONTEN

"PLACER"

• Narrador omnisciente •

Hikari, quien estaba decidida a seguir con la terrible venganza, suspiró y salió del baño—. ¿De que querías hablar? —Preguntó mientras se sentaba al lado de Sanzu con una expresión de amor, como si no tuviera ninguna venganza planeada.

—Se que te enojaras —mencionó mientras colocaba su mano en el muslo de la femenina—, estas semanas estaré mucho tiempo en mi oficina y..

—Voy contigo —informó rápidamente—, yo estaré acompañándote —exclamó—. además me cayeron bien tus amigos.

—¿acaso hablaste con ellos? —preguntó seriamente.

—Sí, me quitaron el aburrimiento. Son muy
chistosos —declaró con una sonrisa.

La cara de Sanzu estaba un poco seria al escuchar que Hikari había hablado con los Haitani. La femenina, al ver su reacción, le mostró una pequeña sonrisa de ternura. Podría tener pensamientos de venganza, pero en lo más profundo de su ser, amaba a Sanzu con todo su corazón.

—Me voy a cambiar —Hikari informó, dándole un beso en la frente para luego dirigirse a la habitación y tomar una larga ducha.

Sanzu le tomó tiempo subir y dirigirse a otra habitación para bañarse, ya que no quería perturbar la paz que quizás "su amada" tenía en esos momentos. Terminó su larga ducha y finalmente se dirigió a la habitación en la que estaba Hikari.

Hikari sonríe—. ¿Ya terminaste de alistarte? —preguntó mientras caminaba hacia el closet.

—Si, solo me falta colocarme la corbata —mencionó alzando la corbata hacia ella—, ¿me harías el favor?

se acerca a sanzu—. con gusto.

Finalmente, Hikari mantuvo una pequeña risa mientras terminaba de enganchar el último botón de la corbata y la acomodaba con delicadeza, —Listo —Exclamó mientras se dirigía al armario y con rapidez se colocaba un pequeño vestido de color verde y unos hermosos tacones—, Ya termine.

—¿Ya nos podemos ir? —Preguntó.

—Claro.

A los pocos minutos, llegaron al enorme edificio, un tanto solitario. Bajaron del coche y con un apretón de manos, la pareja se adentró en el edificio hasta llegar a la sala de la planta baja.

—Llegaste muy temprano, ¿no lo crees?

Se oyó una voz conocida detrás de la pareja. Sanzu desvió la mirada hacia atrás, mientras que la reacción de Hikari fue segura aunque un poco nerviosa, —Hola, Rindou, ¿necesitas algo? —Sanzu preguntó.

—Por ahora no —Exclamó, desviando la mirada hacia la bella chica que estaba al lado de
Haruchiyo—, Hola, Hikari.

—Hola, Rindou —comento con una sonrisa—, ¿y tú hermano Ran?

Sanzu se quedó callado observando la pequeña plática entre Rindou y Hikari. Sentía una gran oleada de celos, pero no lo demostraba, ya que no quería tener problemas con ella.

—¿Me buscas? —comentó el mayor.

—Ah!, Hola, Ran.

—Hola, Hikari —sonríe—. ¿Qué les parece subir a la sala? —sugirió Ran.

—Claro! —Hikari aceptó mientras agarraba la mano de sanzu.

Sanzu se zafa del agarre—. Ve con ellos, yo me quedo aquí.

Parecía que la mirada de Sanzu se volvía posesiva al ver cómo sus compañeros trataban de pasar tiempo con su novia.

—Ándale, vamos —insinuó la femenina dándole un beso en los labios.