"TRAGEDIA"

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• Matsu Hikari •

—Los mismos de siempre —Bromearon los hermanos mientras entraban sin autorización de Hikari.

—¿A qué vinieron?

—No creas que venimos a follarte —exclamó Ran entre risas—, y si lo pensaste, que pervertida eres.

Me sentí avergonzada por el comentario que hizo Ran, ¿acaso cree que soy una pervertida?

—¡Nunca lo pensé! —exclame—, pero quisiera saber a qué vinieron.

Ran sonrie—. En primer lugar, si veníamos por eso, pero hay otras personas presentes y en cualquier momento podría llegar tu novio.

—Venimos a conversar un poco contigo —informó Rindou con una sonrisa amable.

—Y eso que ustedes dos son mejores amigos de Sanzu —murmuré.

No lo decía como si solo ellos estuvieran cometiendo un "pecado"; cambié de tema antes de que respondieran a lo que expresé anteriormente.

Tampoco es que me guste hablar sobre Sanzu mientras estoy con ellos. Me siento más culpable y es algo incómodo...

—¿Y de qué quieren hablar?

Después de hablar un rato con los haitani, ellos decidieron irse porque tenían que madrugar al día siguiente para hacer un pedido "especial".

Sanzu me había mandado un mensaje que decía: "Amor, en 30 minutos más iré contigo, pero no necesitas esperarme despierta".

Iba a esperarlos otros 30 minutos sola, pero valía la pena.

De verdad estaba pensando en dejar de hacer todo eso porque sentía que Sanzu estaba cambiando...

La puerta sonó, eso me sacó del trance en el que estaba.

Rápidamente me puse de pie mientras pensaba en quién podía estar del otro lado de la puerta. Abrí la puerta y me sorprendí al ver a Manjiro, —Hola Manjiro, ¿qué haces por aquí? —pregunte un poco apenada al recordar lo de la mañana.

Debo confesar que me sentí muy tímida al hacerlo con Manjiro, no lo demostraba, pero me sentía como "una pequeña conejita".

—¿Puedo entrar? —preguntó Manjiro apenado.

—S.. sí, pasa.

—¿Qué pasó? —pregunte curiosa.

—Solo quería venir a verte, ¿hay algo malo en
eso? —preguntó confundido.

—N.. no

Me encantaba su rostro. Quería verse "serio", pero demostraba su timidez; eso hizo que yo fuera la primera en hablar.

—¿Acaso te gustó lo que hicimos en la mañana y por eso vienes por más? —mencione con un guiño.

—Hm, no, no vine para eso —exclamó nervioso.

Me acerqué a Manjiro y, con una sonrisa, deposité un beso en su mejilla, observando un leve destello en sus ojos completamente oscuros.

LUST| BONTENWhere stories live. Discover now