SECRETOS DE SANGRE ©🛡️ |EDICIÓN 2024| #1 *COMPLETADA* 3ER LUGAR FANTASÍA 2016

CAPITULO 10: SÚPLICA INESPERADA

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Días sombríos, penosas noticias e inesperadas visitas se han presentado ante mí después de aquella nefasta noche de tragos, malestares y pasiones mal encaminadas.

—¡Maldición! Es el tercer examen que repruebo.

Caroline enseguida reacciona echándome una mirada fulminante.

—¿Llamas a esto reprobar? ¿Un 7 es malo? 

Expiro todo el aire con violencia y me aflijo por la ironía en las palabras de mi amiga.

—No es a lo que yo estoy acostumbrada —digo mordaz.

Se cruza de brazos al tiempo que arquea una de sus cejas.

—¿Extrañas la excelencia? —indaga sarcástica.

A ella no puedo esconderle secretos, así que le asiento con la cabeza mientras la culpa y la vergüenza van tocando mi morada.

—Sí —admito.

—Entonces ¡Avíspate!

Su exclamación contundente resuena en cada fibra de mi ser.

—Lo sé Caroline. No es necesario que me regañes tanto.

—No lo hago amiga —manifiesta ahora con una mirada dulce hacia mí—. Sabes que te quiero y respeto pulga, pero debes parar de deprimirte por alguien que no vale la pena y lo sabes.

—Para mí lo valía. Marcus era muy importante. Te consta.

—Pero él ya es pasado... Tú misma lo acabas de decir... Él es un "era".

Se me empequeñecen los ojos tras percibir la inteligencia de la pelirroja.

—¿Sabes que detesto cuando usas mis propias palabras en mi contra? —declaro.

Ella ríe descaradamente.

—Lo sé, pero lo hago por tu bien. —Unos segundos de silencio se forman entre nosotras, mientras ella bebe su jugo de mora que tanto le gusta y yo, exploro las novedades que transitan por las redes sociales—. Epa, ¿ya vistes quién viene ahí? —alerta dándome unos golpecitos en la rodilla derecha.

Alzo la vista de prisa.

—No, ¿quién? —pregunto buscando con la mirada lo que ella trata de enseñarme.

—Kate —musita con tedio. Enseguida tuerzo el gesto al verla—. ¿Te digo algo? —Su curiosidad vehemente me impresiona.

—¿Qué? —niego, pero me intereso.

—Esa peluca se le ve ridícula —critica libremente. 

Río discretamente.

—Oye, a propósito... Te la volaste, ¿eh? Todavía no me explico cómo demonios le arrancaste un mechón de pelo —menciono aún estupefacta.

—Se lo merecía por insulsa y vagabunda.

—En eso estamos de acuerdo, pero ¿de dónde sacaste tanta fuerza mujer?

—Adrenalina, mi amorsh... Pura adrenalina.

Le vuelvo a sonreír.

—Híjole, pobre hombre el que se acueste contigo y quiera jugar al sado. Me temo que las tiene todas de perder.

Caroline suelta risas hilarantes.

—Por eso mis padres me querían meter en artes marciales. Siempre he manifestado ciertas habilidades desde muy pequeña, pero con lo floja que soy, no acepté —confiesa. Le sonrío abiertamente.