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Desde sus quince años que su vida había florecido, el deporte había sido toda su vida, había ganado su debut como senior, había logrado ganar dos mundiales. Tuvo que conformarse con perder una vez en su vida con el cerdo, habia hecho feliz a viktor y pronto anunciaría su retiro oficial. Los récords le pertenecían actualmente y parecía estar en su mejor momento del deporte, con tan solo dieciocho años de edad.

Si, dieciocho.

Había pasado un gran tiempo desde que era ese niño malcriado de quince años, su cabello superaba un poco sus hombros, pero nunca había dejado que crezca mas alla de eso, no queria parecerse a Viktor ni muerto. Había madurado claro, o más bien había aprendido a cuando estallar sus ataques de ira y cuando no, tambien había aprendido a controlar sus sentimientos, cabía recalcar que había tenido una gran crisis para entender que estaba enamorado de una persona.

No hacia falta decir su nombre, porque había jurado nunca decir lo que sucedía dentro de su corazón.

_. Beka.─Una sonrisa siempre se mostraba en el rostro del rubio cuando se trataba del pelinegro. Era raro verlo sonreír de por sí.

_. ¿Vendras a mi cuarto esta noche?─Luego de el Grand Prix, a todos los patinadores, se les había regalado unas vacaciones por tres días para poder recorrer la ciudad, como recompensa por todo el esfuerzo de todo el año. Lo que le molestaba a Yuri, era tener que convivir en un hotel con todos los inadaptados de sus rivales y amigos.

_. ¿Pijamada?─Preguntó con una sonrisa.

_. Pijamada─afirmó_. Nos vemos en un rato.─beso su cabeza y se fue por el ascensor. Nunca sería capaz de arruinar la perfecta amistad que llevaban por años, se veían de por sí poco, pero chateaban y se llamaban todos los días, su amistad era completamente única.

Era consiente de todos los sentimientos que tenía, como ahora que se preparaba emocionado, con su pijama de estampados de tigre y su almohada de animal print. Se asomó por los pasillos del hotel, asegurándose de que no hubiera nadie que conociese que le retrasase o le siguiera.

Tocó con cuidado la puerta, en la que figuraba el número 20C y espero con paciencia que atendiera el mayor, el cual abrió casi al instante y lo recibió con una calida sonrisa. Prosiguió a hablar_. Te ves tierno.

_. ¿Tienes que decirlo cada vez que me vez en pijama?─Otabek negó y se hizo a un lado para dejarlo pasar_. Gracias a dios que esta noche no tenemos que lidear con- ─Casi cierra la puerta del todo, cuando fue abierta de un portazo por una manada de patinadores.

_. ¡Buenas noches!─Saludo Viktor, entrando con Yuuri, pitchit,
Jean, Kenjiro y Leo.

_. Viejo de mierda, Por un demonio ¿que es esto?─Todos los miembros entraron y se acomodaron en los espacios que había en la habitación.

_. Queríamos hacer algo todos juntos, pero como ustedes dos seguro se negarian a estar con nosotros, ¡trajimos la fiesta aquí!─El peligris cerró la puerta esta vez, y ambos entendieron que no tenían escapatoria. Su noche tranquila solos había quedado arruinada.

_. ¿te parece si dejamos la pijamada para mañana el último día.?─Susurró Otabek en el oído del rubio, el cual asintió con verdadera molestia. No les quedó otra que hacerse un lugar en el respaldo de la cama, donde todos se sentaron en ronda. Habían traído comida y cartas, lo suficiente para hacer una mini reunión entre los que estaban en el pequeño cuarto.

Después de todo a Yuri no le desagrado tanto la presencia de sus compañeros, aunque hubiera preferido estar a solas con Otabek, mínimo podía tenerlo demasiado cerca por la cantidad de personas en un mismo colchón. Reposó su cabeza en el hombro del moreno cansado, cuando pasaron un par de horas. Ahora querían jugar a las preguntas, ya sin saber que hacer a altas horas de la noche.

Stupid Question [Otayuri]Kde žijí příběhy. Začni objevovat