Stupid Question [Otayuri]

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＿. Yuri...─Dijo en un tono de regaño, observando al rubio acomodarse en su cama bien agusto.

＿. Oh vamos Beka, ya no soy un niño. No te pongas molesto como Viktor. Sabes que no es mi primera vez bebiendo, además estoy contigo.─la tonta idea de que si se ponía un poco tonto con alcohol iba a ignorar cualquier pensamiento de su cabeza, le había convencido de traer una botella de alcohol a la habitación. Otabek, aún dudoso, se sentó frente a el con dos vasos y le sonrió con cariño＿. ¿Que haras cuando vuelvas a tu ciudad?─

＿. Supongo que entrenar, mi hermana seguro querrá que pase tiempo con ella, nada especial...─¿no tienes ningún romance?¿o no soy de suficiente confianza para que me cuentes? El mayor vertió el líquido de una de las botellas en ambos vasos, entregándole uno al rubio＿. ¿Y tu?─Preguntó dirigiendo el vaso a su boca.

＿. No lo se... Ahora entiendo a Viktor porque se retiro, pero yo no soy tan imbécil, planeó retirarme cuando sea casi imposible superarme. Quiero ser... aquel que aunque con mi ausencia sigan compitiendo con mis records, aquel objetivo de muchos.─Dio un sorbo largo＿. Me desvíe del tema, pero seguro intente conocer a alguien o algo.─El pelinegro le miró sorprendido, ¿hablaba Yuri? ¿el mismo que solo le interesa el patinaje y no le interesa nadie en su vida?

＿. ¿conocer a alguien?─

＿. Ya he logrado mucho sinceramente. Y... no digas que te dije esto, pero... Observó al calvo... su vida fue el patinaje, osea lo sigue siendo.─Volvió a servirse otro trago＿. Pero... el armo su vida con el cerdo, el tiene una vida fuera de esto, el... es capaz de vivir sin el patinaje. Y es claro, no puedo vivir siempre del deporte, de por si no tengo familia, mis amigos viven todos en distintas ciudades. Se que todavía soy un crío a comparación, pero... En un pestañar de ojos siento que la vida se me va.─Otabek asintió, el sabía todo el dolor que tenía desde que su abuelo se marchó, sabía la soledad por la que pasaba cuando estaba en casa, muchas veces solo quería abrazarlo y decirle que el siempre iba a estar ahí.

La noche pasaba tranquila, y en un abrir y cerrar de ojos se dieron cuenta que la botella a su lado estaba vacía. Ambos eran esas personas que no les gustaba el contacto físico, pero cuando eran ellos dos, esa parte de ellos desaparecía.

Las piernas de Yuri se recargaban en los muslos de Otabek, que se encontraba sentado a comparación de el, que estaba recostado mirando el techo. No hacia falta aclarar que estaba demasiado ebrio, claro Otabek estaba más lucido por su tolerancia al alcohol, pero había llegado un punto que se reían solo por respirar. El mayor acariciaba las piernas del rubio, provocadole un hormigueo en el estómago.

＿. Viktor se infartaria si me viera ahora...─Carcajeó.

＿. Así que... cuando llegues a Rusia... conocerás una linda chica...─Otabek se recostó al lado suyo y corrió un par de mechones del rostro del menor.

＿. Me sorprende que me conozcas hace años y no sepas que soy gay Otabek.─Carcajeaba como si hubiera dicho un gran chiste. Yuri se sentó encima del contrario, en una posición algo comprometedora, aunque cualquiera de los dos no estaba en estado para darse cuenta de la situación.

＿. ¿Hoy saliste a conocer... un chico? ¿Por quien me abandonaste hoy?─Acarició los muslos del rubio, que se ubicaban a cada lado suyo.

＿. Mmm ¿y tu? ¿No teníamos la confianza? ¿Quienes eran las personas con las que te acostaste?─Altin trataba de sentarse para acercarse un poco más al menor. Se sentó completamente y acarició su cintura con calma.