THE MVP ; Miky Woodz

OO7.

—Papá.—escuché como Meek lo llamaba desde afuera.

—¿Y?.—siguió desvistiéndose mientras ignoraba completamente el hecho de que yo estuviera hablándole.—Miguel.

—Miky o Mufasa pa ti.—dijo señalándome.—Más bien, solo Mufasa.—me senté en el borde de la cama.

—Solo quiero saber qué pasó.

—Le dije al tipo "con La Niña no".—susurró imitando la voz de tiktok.—Y se disculpó, tenia los cojones el garganta el tipo, que mucha pendejá te dijo a ti que nada más verme se le olvidó.

—Asustas.

—¿Te asusto a ti?

—Obviamente, únicamente estoy contigo porque me siento súper intimidada.—tiró de mi, se sentó en la cama y me hizo sentarme sobre su regazo.—¿Qué?

—Nada.—dejé un pequeño besos en sus labios.—No comiences, debo llevar a Meek con la mamá.

—Tu me pusiste aquí primero.—jadeó cuando comencé a frotarme.—Ya, libérame.

—¿Que harás hoy?

—Reunirme con el equipo de Rauw, hay que ultimar algunas cosas del EP.—su mirada estaba clavada en la mía y aunque pareciera raro, sabía lo que pensaba o al menos podía hacerme una idea, no están contento con el hecho de que fuera a ver nuevamente a Raúl, menos aún cuando es plenamente consciente de que ese proyecto va a mantenernos cerca.—¿Qué?

—No quiero decirte que me encojona porque es tu trabajo pero es que si me jode con cojones que andes con ese tipo por ahí, ensayos, día de medios , promoción...—acarició mi espalda.

—Sabes que son negocios, como otro cualquiera.—negó con su cabeza.—Lo es.

—No vayas a decir que no sientes nada por Rauw porque no hace mucho que se dejaron y entendería que aún sintieras cosas.

—Tendría que verlo para saber si siento o no.

—Lo haces.

—¿Y como sabes?

—Porque no estoy pendejo, se necesita tiempo para curar, que me hayas tomado como goma de repuesta no significa que ya no..

—Perame', no eres respuesta de nada.—agarró su teléfono.—Te estoy hablando.

—Y te escuché pero no te como esa.—apartó mis manos.—Cada vez que sale algo de él cambias, inconscientemente pero lo haces, te tensas o te incomodas y está bien, no tienes que reprimirte.

—¿Te crea inseguridad que trabaje con Rauw?, habla claro.

—Me jode, ese tipo no tiene na' pa hacerme sentir menos que él.—asenti porque tenia razón, cuando digo nada es literalmente, nada.—Ya, vete.

—¿Me das un beso?

—Sí.

Me cargó, enredé mis brazos en su cuello e inicié el beso, sus manos estaban aferradas a mi culo para que no me cayera o simplemente porque le encantaba tocarlo cada que podía, si lengua llevaba el control y yo con gusto me dejaba controlar, cuando sentí los pasos de Meek por el pasillo decidí bajar la intensidad del beso hasta finalmente, romperlo.

—¡Meek!.—arreglé mi ropa.—Ya me voy, nene.

—¿Cómo asi?

—Tengo que trabajar.

—¿Ya no vendrás?

—Pues si no me invitan no.—miró a su padre.

—¿Que me ves?